<<Entrevistamos a Ricardo Portman tras la publicación de su nuevo disco «Old Church Street». Ricardo Portman es periodista musical, fundador y editor de la web musical Ecos del Vinilo. Como músico ha lanzado tres discos, distribuidos por el sello MusicHunters Records de Madrid. Portman se encarga de todos los instrumentos (guitarras, bajo, teclados, percusión, armónica), la voz y la composición de todas sus canciones, que se mueven en el territorio del blues alternativo, del rock y del folk, todo dentro del registro del lo fi, de lo radicalmente analógico y en inglés. Sus influencias principales son The Beatles y los Rolling Stones, David Bowie, The Band, Nick Drake, Eric Clapton, Izzy Stradlin, Beck, R.E.M. y Syd Barrett, entre otros. En 2021 lanzó su álbum debut Castaway, grabado en Madrid. En 2023 publicó el EP Bonfire Coast y en 2024 lanzó Turpentine, su disco más ambicioso hasta la fecha, siendo el primero grabado en Barcelona. A mediados de 2024 se radicó una temporada en Londres, donde grabó el single Stephanie Says, tema original de The Velvet Underground, así como las canciones de su nuevo álbum original Old Church Street, publicado el 25 de abril de 2025>>
La última vez que estuviste por aquí estabas publicando el EP “Bonfire Coast”, pero después también publicaste “Turpentine”, ¿qué recuerdos guardas de estos dos discos?
Ricardo: Recuerdo «Bonfire Coast» como un EP de transición, el primero donde compuse todo desde cero (como supongo sucede con todos los segundos discos jaja). En el primer álbum, «Castaway», tenía las canciones desde hacía muchos años y en «Bonfire Coast» el folio estaba en blanco. Lo considero mi disco de Fisterra, porque muchas de las ideas y la portada surgieron de ese maravilloso rincón gallego en el fin del mundo.
Sin embargo, en «Turpentine» lo que tengo es una profunda sensación de orgullo y logro, es mi disco más exitoso hasta la fecha, con un impacto muy interesante en Gran Bretaña y varios países anglosajones. Sus canciones sonaron frecuentemente en emisoras radiales inglesas e irlandesas en 2024. ‘Turpentine’ contiene algunas de las canciones que más me enorgullecen como compositor.
Ahora acabas de publicar “Old Church Street”, ¿desde cuándo llevas componiendo y escribiendo este disco?
Ricardo: De las nueve canciones incluidas, ocho las compuse en pocas semanas, apenas me instalé en Londres en junio de 2024. Únicamente, «Mean Mother Mary» ya estaba compuesta. Su demo ya tenía la estructura y la letra terminada. Fue cosa de semanas la composición, algo muy inmediato, que es la forma como me gusta crear, tratando de aprovechar la espontaneidad del momento. Me emociona más la música que las letras. Soy más de la vibración y la emoción de la música, la repetición y lo rítmico, con las palabras justas y necesarias, como en el blues y el punk rock. Si algo lo puedes decir en tres palabras, ¿por qué usar veinte?
¿Qué hilo conductor podríamos decir que tiene el disco?
Ricardo: Si puedo resumir de lo que va «Old Church Street» es con dos palabras: Complejidad y Extremos. El amor y el odio, el perdón y el rencor, la pasión y la indiferencia. Soy una persona compleja y eso se refleja en las letras, que siempre he buscado que sean minimalistas y en este disco se mantienen en ese territorio.
Dices que el tema “Mind Your Hear” nació en la línea 19, ¿cuánto da un viaje de bus para llegar a componer una letra?
Ricardo: Un viaje en cualquier línea de bus londinense da para mucho jaja, es una inmensidad de ciudad. Una maravillosa Babilonia. Fue algo instantáneo. Apenas me monté en el bus en Kings Road, en Chelsea, al subir al segundo piso, es cuando veo la pegatina con la frase ‘Mind your head’ y empecé a canturrear por lo bajo. Me suele pasar mucho que solo una frase ya me da el motivo de la letra, por su significado o su sonoridad.
Recordé el riff de guitarra que había compuesto hacía algunas semanas, sentado en el césped de Battersea Park, y con su cadencia fui completando las estrofas en mi cabeza. Cuando llegué a mi destino, en Piccadilly Circus, la canción estaba lista. Grabé rápidamente una guía vocal en el móvil y luego celebré la nueva composición con una pinta en un pub del Soho.
Por otro lado, en “Mean Mother Mary”, has roto las reglas siendo una canción personal tuya, ¿cómo ha sido ese proceso de enfrentarte a tus propias vivencias?
Ricardo: El proceso es bastante difícil porque la cercanía me nubla parcialmente ‘la visión del narrador’. No significa que no utilice temas personales en mis letras, pero suelen ser pinceladas, pequeñas viñetas dentro de ficciones líricas, pero con «Mean Mother Mary» sí que basé cada palabra en una dura experiencia de semi-esclavitud laboral. La ‘Mother Mary’ es una persona real, que seguirá azotando en el momento que escribo estas líneas.
Curiosamente, «Mean Mother Mary» la compuse en su totalidad el mismo día que se publicaba «Turpentine», el 5 de abril de 2024. Tenía claro que era la primera canción de un futuro álbum; lo que nunca imaginé es que se terminaría grabando en Londres.
Es un disco de muchos temas de actualidad, porque también tocas la generación cristal, ¿cómo lo ves tú este tema en la actualidad?
Ricardo: Toca abrir melones, que es mi especialidad. Me he cerrado muchas puertas por no tener filtros en mis opiniones y esto, lo de la generación de cristal, es canelita en rama para generar debate y tengo una opinión bastante radical al respecto. ‘Crystal G Blues’tiene solamente un par de versos, que se repiten en bucle, en modo mántrico, como para hacerle entender a mucha gente que no son especiales ‘por default’. “You’re not special, you’re nothing to me”.
Crecí en un tiempo donde eras duro porque tenías que serlo, no te andabas por las ramas y sufrías para lograr las cosas. No andabas lloriqueando ni existían términos tan manoseados como la salud mental, concepto respetable, pero que ha sido transformado por esta generación de cristal en una excusa para todo. Tenías que tirar para adelante con fuerza y punto. Si estabas triste, tirabas para adelante. Si estabas alegre, tirabas para adelante. Si estabas jodido en el curro, tirabas para adelante. Tanta debilidad, tanto trauma y tanto cascarón vacío lastran a una generación que me atrevo a decir que no dejará huella alguna. El avance (a todo nivel) llegó hasta la generación X. Soy consciente de lo kamikaze en mis opiniones, pero las cosas se deben decir con claridad y dejarnos de medias tintas. Sé que mucha gente coincide conmigo, pero es mucho el miedo al linchamiento virtual. Por mi parte, lo de la “cultura de la cancelación” lo que me da es risa.
Como feedback del disco, me han gustado: “The Enemy”, “The Serpentine”, “Sunset Eyes” y “The Devil Pays With Treason”.
Ricardo: Wow, me alegra esto. Todas estas canciones no fueron singles, pero son muy importantes en el disco. «The Enemy» y «The Devil Pays With Treason» comparten el mismo trasfondo, son dos canciones hermanadas, distintas en lo estilístico (‘The Enemy’ es pop soul y ‘The Devil Pays With Treason’ es blues rock) pero que están motivadas por lo mismo y dirigidas a las mismas personas. Me reservo sus nombres, ja, ja, ja.
En el otro extremo están «Sunset Eyes» y «The Serpentine», canciones de amor en su forma más sincera, basadas más en el folk y con las guitarras acústicas en primer plano, en afinación de Sol abierto, como corresponde.
Tal como te decía antes, ‘Old Church Street’ va de extremos y puedo cantar tanto desde el amor como desde el odio. Estas cuatro canciones lo evidencian.
¿Bajo qué ritmos se encuentra el disco?
Ricardo: Las canciones se mueven dentro del blues, el folk, el lo-fi rock y el pop alternativo. No trato de inventar el agua tibia y lo que se escucha son los ritmos que me gustan y me emocionan. Amo los sonidos vintage y si el disco suena como si se hubiera grabado en 1973, entonces me sentiré muy satisfecho. De hecho, lo estoy.
Para buscar materializar los sonidos de mi cabeza he ido aumentando la instrumentación, disco a disco, y en ‘Old Church Street’ he llegado al máximo, incluyendo guitarras acústicas y eléctricas, bajo acústico y eléctrico, piano, piano eléctrico, órgano, percusión y armónica, además de las voces. El eco y la sonoridad de la sala de grabación en Chelsea me ayudó mucho a acercarme a mi ideal, aportando una calidez que no habría logrado en otro lugar.
Por tocar la parte creativa, ¿cuéntame cómo ha sido el diseño de la portada y qué significa ese 6? ¿Y qué tal has llevado la grabación de los videoclips?
Ricardo: Algo que tenía muy claro es que todo en el disco, lo musical y lo visual, estaría conectado con mi experiencia londinense. Yo vivía en Old Church Street, en un edificio llamado Crofton House y estaba en el número seis. La foto de portada es de la puerta de casa. Como sabía que serían nueve canciones para la contraportada, solo giré la foto y listo, ja, ja, ja. Seis fueron los meses que viví en Chelsea y ese número lo representa perfectamente.
Sobre los videoclips, como suelo hacer desde el primer disco, parten de material de stock que selecciono y edito yo mismo para que complementen los sonidos y las palabras, casi siempre teniendo protagonistas femeninas. Lo que cambió para los temas de Old Church Street es que mostré imágenes de Malibu, California, para precisamente ‘Malibu’ y en el caso de ‘The Enemy’ hice un lyric vídeo donde salgo tocando y cantando la canción. Es de hecho el único de entre todos mis vídeos donde aparezco yo.
Si tuvieras que identificarte con tres temas de este disco, ¿cuáles serían y por qué?
Ricardo: «The Enemy», que es quizás mi canción propia favorita. Anteriormente, te comentaba que era un tema que partía desde un lugar negativo, de decepción para con un grupo de personas que me fallaron profundamente y a la vez me confirmaron lo desagradecido que es el género humano en general. Lo suave de la música choca con la rabia del mensaje y ese contraste me encanta. Fue una especie de exorcismo.
«Malibu», es mi viaje figurado a la costa californiana, con la imagen idealizada de un Malibu-Beach-Boys que fue arrasado por el fuego. Recuerdo las noticias de los incendios en California y sufrí mucho pensando en lo cruel de la destrucción de un lugar tan emblemático en lo artístico. ‘Malibu’ es una balada cargada de emoción con un guiño a mi admirado David Bowie.
«The Serpentine», que es el “regreso” a mi canción ‘Smith’. Es la actualización de la oda a mi pareja desde la perspectiva de un día que pasamos en Hyde Park; es una de las letras donde más desnudo mis sentimientos. Escribí los versos no solo apelando a mis recuerdos, porque hice muchas fotos de ese día (algunas están posteadas en mi cuenta de Instagram) y esas estampas fueron el origen de muchos de los versos. Es una canción muy descriptiva. Amo Londres y amo haberlo vivido en profundidad con mi compañera de vida.
¿Qué planteamiento tienes para la puesta en escena de los directos?
Ricardo: Esto es algo muy importante para mí porque en esencia no soy un músico de directo, de hecho no he dado ningún concierto porque no me siento cómodo tocando en público. Pero con el nuevo disco siento que sus canciones piden ser tocadas frente a la gente, y por ello he estado ensayando diversos arreglos.
Pensaba en buscar músicos, pero admito no tener mucha paciencia (tengo malas experiencias con las bandas) y al estar acostumbrado a tocar todos los instrumentos, pues mi tendencia natural sería subir a tocar al escenario de forma individual, con la guitarra. Como mucho con un tecladista de apoyo. Estoy trabajando en el live show y ya veremos cuándo y cómo surge la oportunidad.
Por último, Ricardo. ¿Qué nos puedes adelantar de tus próximos proyectos?
Ricardo: Lo siguiente es seguir escribiendo. Ya tengo unos diez o doce temas inéditos y mi deseo es grabar a finales de este año el próximo álbum, para que se publicara ya en 2026. No concibo la música de otra forma que no sea lanzando nuevas canciones. Veo que hay artistas que se tiran meses para lanzar un solo tema y yo no podría, no aguantaría, ja, ja, ja. The next big thing siempre será lanzar nuevas canciones, poner algo nuevo bajo el sol que pueda dejar huella.
<<Para finalizar la entrevista, desde «AfondarenlaCultura» damos las gracias a «Ricardo Portman» por vuestro tiempo y dedicación y sobre todo disfrutar de este nuevo álbum «Old Church Street» y estaremos atentos a esos próximos proyectos.>>