<<Entrevistamos a la artista barcelonesa Myriam Swanson, tras la publicación de primer disco «Calígula» y por la proximidad del concierto que tendrá el próximo día 29 de mayo en la sala Sol de la capital madrileña. Además, es cantante, compositora y productora de Barcelona. Ha girado por el territorio estatal con incursiones en Europa cultivando un sonido propio y reconocible en la música independiente. Una artista profunda de largo recorrido, camaleónica y valiente. Se inicia en formaciones como Los Mambo Jambo y desde 2014 con proyectos propios. Flamingo Tours, con mayor repercusión, cuenta con tres discos en catálogo y por sus filas han pasado músicos y productores como Jordi Mena, Jorge Rebenaque, Mike Mariconda o Jim Diamond.>>
¿Quién es Myriam para quien no conozca tu proyecto?
Myriam: Soy una cantante, compositora y productora de Barcelona, que comencé mis inicios con Los Mambos Jambo y cerrando este ciclo, pues abrí mis propios proyectos que fueron Flamingos Tours y otras bandas también afines con las que hice discos joya, tipo The Rhythm Treasures, con un disco que se llama “All Around the World”, y visitaba un poco singles de finales de los 50 y principios de los 60. Luego hice Magnolia, que era un cuarteto de jazz en el que grababa dos discos, y era con Frances Capella, que es un pianista excelente de Barcelona, también como un ejercicio de improvisación que me apetecía. Luego estuve mucho tiempo en Amaral Casas, con Jerry Mena, en dúos, tocando blues, tocando folk americano y sobre todo estilos de tradición, ¿no? Profundizando, viajando en ellos y expresando en Flamenco Tours, que era mi banda más personal, pues en expansiones y tal, ¿no? Este ciclo ha durado diez años. Con Flamingos hemos grabado tres discos, el último de los cuales lo produjo Jim Diamond, que se produjo en los primeros discos de The White Stripes, de gente como Bill Rice o Andre Williams. Y luego, pues, he decidido yo empezar mi andadura sola. Además, tenía como ganas cómo de hacer un poco de viaje, ¿no? De apertura, digamos… Y no estar con toda la tradición y romper un poco todas las barreras, e ir hacia lo que te pide la canción y lo escribes, ¿no?
Siendo ex vocalista de Flamenco Tours, ¿cómo decides emprender este nuevo proyecto en solitario?
Myriam: Es lo que te digo, es las ganas de hacer un proyecto transversal, todo lo que yo he hecho hasta ahora, y poder envalentonarme y tirar con ello, ¿no? Y decir, bueno, pues esta es mi voz y esto es lo que yo quiero gacer. Ahora Calígula, para mí, es el inicio de otro ciclo, en el que yo tengo ganas de hacer muchos discos y de girar un montón y poder enseñar a la gente estas canciones que hemos hecho.
Comenzaste publicando “That´s a Plenty” tu primer disco, ¿qué recuerdos guardas de aquellos inicios?
Myriam: Sí, como te decía, pues, tuve varios proyectos antes de hacer Calígula y, sobre todo, exploré diversas fórmulas. “That´s a Plenty” es el disco, el primer disco del Cuarteto de Todes a Magnolia. Es un disco grabado en directo en la sala Jamboree, con Antoine Jolle, Francesc Pella, Joaquín Coet. Es un disco muy fresco y es un disco de mucha improvisación. Bueno, te digo, es un ejercicio de amor hacia el jazz como lenguaje. Yo creo que en Estados Unidos se estila más, quizá, que los músicos, todo el mundo haga diversas cosas dentro de una misma tradición.
Porque no es lo mismo irte con tus temas, con tu proyecto de temas propios, en festivales, que tocar en clubs, jazz, rhythm and blues, que es otra cercanía, es otro tipo de circuito y de movida. Siempre me ha gustado hacer las dos cosas porque creo que los artistas que tenemos este punto de conexión con el público, de hablar, de crear unas conexiones, necesitas las dos cosas. En un festival, al final, la gente te viene a ver a ti, viene a ver otras cosas, en una fiesta, en una sala, en un club, te vienen a ver a ti, por lo que ahí hay una conexión que es muy importante. Las dos cosas siempre se han congeniado muy bien. Pero me apetece esta banda, me apetece este disco, y me apetece este mundo de un quinteto, porque al final estamos haciendo música independiente, como un rock alternativo, llámalo como quieras, música popular, pero con el valor bien puesto en las canciones.
Ahora has presentado “Calígula”, ¿desde cuándo llevas escribiendo y componiendo esta nueva etapa?
Myriam: Pues mira, todo fue bastante fortuito porque en el 23, o sea, pues el último disco de Flamingos fue en plena pandemia. De hecho, presentamos el disco en La Mercè en Barcelona, en un contexto muy extraño, de todo el mundo, con mascarillas, miedo, un poco de extrañeza. En el 2020 fue un año, pues, prácticamente congelado, ¿no? Y luego, en el 21 y 22, pues, grabamos La Hero y el 23 se mostraba un año un poco tierno, ¿no? Y un poco, un tercer disco, para mí, artísticamente, sí que consolidaba la banda. Pero también, a través de la pandemia, ves cómo se van precarizando, sobre todo, las salas y los sectores de la cultura, los núcleos duros, ¿no? Que se vienen muy afectados, o sea, hay mucho festivalete, mucho cachondeo y tal, mucha banda joven. Pero, digamos, lo que es el estrato de la cultura fuerte, está bastante destruido. Es bastante difícil, ¿no? Entonces, bueno, fue muy complicado.
¿Cuál es el hilo conductor que tiene Calígula?
Myriam: A mí me gusta mucho que Calígula sea conceptual, es un disco más setentero. Todos mis discos tienen un tipo de narrativa y un tipo de película por el mundo cinematográfico: la imagen y tal. Creo que es un ingrediente muy importante, que suelo trabajar mucho con Noemí Elías, que es la fotógrafa de mis trabajos con la que trabajo muchísimo este tema. Para mí el hilo conductor del disco es Calígula, es ese monstruo, para mí es ese techo de cristal donde es muy complicado crecer dentro de este rock and roll tan masculinizado, tan patriarcado, tan selectivo y tan poco exigente con los tíos, que tienen grupos, que todo vale, y tan exigente con las mujeres. ¿Serás suficientemente descarada, rockera, fuerte, buena o mala? Ahí siempre he tenido un campo de batalla que no me apetece más jugar. Lamento que la música que tú desvelas y como tú te muestras y tu propio personaje artístico cae por sí solo y demuestra lo que te decía y el sonido que realmente a mí me enorgullece muchísimo porque tengo una banda que es la hostia.
Me comentabas que ese monstruo del rock and roll en el que tienes que demostrar que valéis para cantar en el rock, a veces en la música, las mujeres también tenéis que demostrar que sabéis cantar.
Myriam: Sí, claro, yo creo que hay un momento en la juventud más primaria en el que tú tienes que demostrar que tú puedes llegar a eso. Lo que quiero decir es que a los hombres no se les exige, a las mujeres se les exige un virtuosismo en el instrumento de la voz y muchas veces a los hombres no se les exige, y mucho menos en bandas de rock and roll, hay gente que canta fatal y que tiene un éxito increíble. En este cambio, es lo que te digo, se nos exige mucho a las mujeres que para mí lo que es el rock and roll o el punk, es que no es tan poco. En el punk hay muchas más mujeres, por ejemplo, y no es una cuestión vocal, es una cuestión de actitud y de referencia, de saber lo que estás diciendo y de haber escuchado y tocado mucha música y eso sí que sí, para mí es un sueño de valor. Cuando escucho Queens of the Stone Age me gustará más o menos, pero yo veo que escuchan música, que son melómanos, que son gente que les interesa. Yo veo a Jack White, sé que es un hombre que escucha música. Veo PJ Harvey, veo que es una mujer que escucha música y eso es lo que a mí me importa de la música, que me la transmitan artistas a quienes les gusta la música.
Como feedback me quedo con “Be There”, “We Fuck Each Other for the Common God”, “Samsa” y “Spit It Out” …
Myriam: Muy bien, muy buena selección.
De hecho, Samsa, por el ritmo, por la sonoridad, es la que más me ha gustado.
Myriam: «Samsa» es un tema que, la verdad es que la letra fue de un momento muy divertido, de tener una composición y Samsa me dio puerta y querer hacer una canción sobre eso. Pero al mismo tiempo, no fue necesariamente la metamorfosis que estaba viviendo yo en ese momento. La sonoridad viene aquí dada por una especie de mezclanza entre lo que está haciendo Martín, que es hacer las dos canciones que yo hacía más minimalistas y más departamentadas como lo que es el buen top. Es decir, el bajo por aquí, la guitarra por allá, los teclados, este paisaje, este arreglo y la mala lengua que esté presente. Esa idea de traje, esas ganas de romper, que se transmitía en el disco y evidentemente en directo, porque no pueden no transmitirse porque es especial lo que está pasando ahí. Y en ese aspecto, Samsa es una muy buena insignia del disco y de lo que representa Calígula y lo que representa este baile. También hemos buscado que la gente entendiera que hay traducción en el sentido de que hemos hecho canciones muy puras. Por ejemplo, está que dice que voy a jugar con el corazón en voz. Es una canción muy pura que hice con el teclado la melodía súper molona y entonces la viste. La viste con un ciclo de sonoridades súper bonitas, una cosa que es muy pura. Eso pasa también en “Spit It Out”, que es un tema muy litúrgico. Es un tema que hice con Ricky Frutschman, que es el guitarrista del grupo, y que yo tenía ganas de gritar un poco esta catarsis, esta necesidad de libertad y que nos dejan de comer con el scroll, con el Instagram, con los móviles y con la cosa capitalista que es una especie de continuo y es era el hartazgo de esta época era Spit In Out.
Dices de Calígula que es un viaje sin filtros, ¿cómo ha sido el proceso de ese viaje?
Myriam: Sí, ha sido un momento muy complejo. Hay un primer momento en el que tú estás jugando y aprendes. Luego, hay un momento de consolidación, de trabajo, de picar piedra. Después, hay un momento de surgimiento, de ver tus virtudes y tus defectos, de aceptarte, de muchas cosas. Y, por último, hay un momento de realidad y con la aceptación, con la madurez, viene para mí el auténtico placer y disfrute de la próxima. Ya sé que hay una serie de cosas que hago mejor y otras peores. Las que hago mejor las voy a disfrutar a muerte. La transformación es, en el sentido de decir, «yo creo que el arte en su misión principal no satisfactoria ninguna propiedad». Ahora estoy más cerca de la manera de pensar de Bowie, antes que hubiera estado más cerca de una manera más Johnny Cash. Estoy más cerca de esta cosa más ambivalente, del artista de las mil caras. Eso es lo que me gusta: la evolución, el notar que se crece como artista, eso me parece muy importante.
Estás dentro del rock, pero también tocas el trip-hop o el dream pop ¿dónde estás más cómoda?
Myriam: Yo, a nivel estilístico, el ejercicio de Calígula ha sido justamente no etiquetar y por tanto, he estado cómoda en todo el disco. He estado cómoda cuando estábamos cerca del club, cuando estábamos cerca del garaje, cuando estábamos cerca del pop, cuando estábamos cerca de la raíz, cuando estábamos cerca de las ramas, de los árboles y de las hojas. Y eso es lo que me ha hecho este orgullo tan fuerte, que luego cuando hemos presentado el disco en directo en La Nau, en una Barcelona repleta de gente feliz, porque uno de los temores de los seguidores de Flamingos Tours, era decir, «es que lo que va a hacer Myriam ahora no me va a gustar, quizá». Es decir, es que los artistas tampoco cambian tanto. Quiere decir, van a hacer un disco más hacia aquí o más hacia allí, pero si no te gusta el artista, no te va a gustar lo que hace. Y si te gusta, te va a seguir gustando porque de alguna manera, yo le veo una evolución, no más que un cambio de todo lo que está pasando aquí. Lo nuevo que te digo es un crecimiento y un acercamiento y una abertura hacia las formas más puras de las canciones, que eso para mí es mucho más importante que los estilos.
Esto es como decir, nos has presentado este primer disco tuyo en solitario y ya un segundo vas a hacer más de lo mismo, pero a lo mejor nos das la sorpresa y lo cambias totalmente de estilo.
Myriam: Bueno, pues lo que te digo, se ha mantenido. Yo creo que la esencia más punk rock y más garajera que tenía Flamingos, se ha mantenido. Yo creo que las raíces de todo lo que ha pasado en Los Mambos Jambo o cuando estaba con Rhythm Treasures o Magnolia, están todo ahí. Lo que pasa es que está de una manera que puede estar en un mismo grupo y antes no. Pero no es lo mismo hacer un tema que es 100% años 40 o 50 en un lenguaje que es realmente estilístico y tal que meter una pincelada en un tema más trip-hopero típico en plan Angels of Hell. ¿Sabes qué te quiero decir? Pero ahí hay jazz también, ¿no? En esa mentalidad, digamos, ¿no? En el Free-To-Go hay funk. Pero es más Zarick Jarson quizá que James Brown, ¿no? No hay tanta lentitud, hay una cosa más británica, un poquito más elegante, ¿no sé? Pero eso también es por Martín, porque los dos tenemos una ascendencia de los géneros afroamericanos, pero de alguna forma a ver, que somos más castizos que tal. También es que nos gustan mucho los grupos ingleses a los dos. A él le gusta más el postpunk, a mí me gusta más el punk de Clarksville, ¿no? Me gustan los de Tennessee, Los Ramones y también me gusta la cosa británica de los The Clash, ¿no? Y a él, pues, le encantaba Elton John encontrarse algo. Entonces, ahí hay un crisol súper interesante, para explorar, porque para mí lo mejor es que ha sido un disco que te pide más.
Has trabajado con Martín García Duque en la producción, ¿cómo ha sido trabajar con él?
Myriam: Fue una de mis líneas con el ingeniero fotográfico. O sea, ha sido un encuentro mágico porque ha sido muy fácil. O sea, es hablar el mismo lenguaje de la misma manera. Ya te digo, que nos encontramos para una colaboración con B-Trayers, de una forma bastante casual. Bueno, me llamo él en septiembre del 23. Yo he decidido colaborar con él.
Hicimos un tema bastante entre odiosos artistas muy extraños en francés, muy atrevidos, muy bonitos, muy salvajes, que tenía escrito para B-Trayers. Y las referencias musicales se iban cruzando. Yo empezaba a escuchar la música juntos y dije, vamos a hacer un disco sí o sí. Yo todos mis discos no los he producido. Y de repente aquí yo tengo muchas ganas de hacer un disco en el que yo no haga nada de producción.
Yo no quiero producir un disco. Quiero cantar, quiero escribir, quiero ser libre y quiero disfrutar las canciones, ¿no? Quiero crear y no preocuparme con el sonido, ¿sabes? Y yo creo que es una experiencia brutal. Brutal que se ha quedado en la banda. O sea, ¿sabes? Así como, bueno, vamos a enseñar este disco que está muy guay, ¿no?
Imagino que ese sentimiento de libertad a la hora de no estar en la producción habrá sido como una pequeña liberación para ti en este disco…
Myriam: Pues, por una parte, tienes mucho más espacio para poder centrarte en las canciones, para escribirlas, para disfrutarlas técnicamente y luego, aparte, es que tú sabes de alguna manera que el disco va a sonar bien, ¿sabes? Y que va a estar guay. Pues no tienes que preocuparte por eso, porque está en buenas manos, porque lo que está haciendo el otro, tú estás de acuerdo y te gusta, ¿no? Entonces, esa parte ya está salvada, digamos.
Por tocar la parte creativa, ¿cómo ha sido el diseño de la portada? Con ese blanco y negro haciendo referencia a las luces y sombras, y ¿qué tal la grabación de los videoclips?
Myriam: Mira, es que todo ha sido muy artístico. A mí me gusta muchísimo colaborar con otros artistas y me da mucha rabia que los videoclips, las fotos, que todo esto sean como meras herramientas de producción, ¿no? Para los discos, ¿no? O sea, ya no estamos en esa era, no somos mainstream, estamos en el underground puro y cada elemento tiene que portar arte, ¿no? Entonces, en ese aspecto, es lo que te decía. Noemí Elías, que es una fotógrafa que trabaja con un montón de gente en Madrid, por ejemplo, es fotógrafa de cabecera de gente como Zahara, León Benavente, Maika Makowsky. Es una mujer increíble, ¿no? Entonces, el material fotográfico de la portada era muy largo. Por tanto, en ese aspecto, el diseño era muy fácil y muy difícil, ¿no? Era muy fácil porque había que tejer la foto y engrandecerla, pero era muy difícil que meter dentro y que meter atrás, ¿no? Y, entonces, ha habido un trabajo en el que primaba un poco la idea de que primaba mucho la idea de algo que fuera punk, pero sofisticado. Y, bueno, lo hemos hecho con Jordi Duró en un estudio de Barcelona y Violeta Valle, que es una diseñadora increíble.
A mí siempre me gusta darle un poquito importancia a la parte creativa, por lo que comentas, que se está perdiendo esa importancia y siempre decís también un poquito más de lo que es el disco…
Myriam: Para mí es esencial, porque el guionista, también, lo ha hecho Miguel Ángel Blanca, que había sido cantante de Manos de Topo, es un realizador increíble. Bueno, hizo Autodefensa, que es una serie mítica de un tema asexual y de un poco de la generación de los veinte de ahora, veinte, treinta, que ha tenido muchísimo éxito. Él es un documentalista, ha hecho varios documentales muy interesantes, muy premiados y es un tío que, bueno, tenemos muchísimo en común. Entonces, él entendió a Calígula desde el principio muy bien. Hicimos un vídeo muy típico, que, por supuesto vimos siempre, con unas ideas muy brutales, ¿no? Y, pues, la verdad es que ha sido muy guay grabar con él y quiero hacer más cosas.
Si tuvieras que identificarte con tres temas tuyos, ¿cuáles serían y por qué?
Myriam: Vale, yo me identifico muchísimo con una canción que se llama “En la oscuridad” porque es un tema que escribí sola, que habla un poco de la adolescencia mítica, esta especie de génesis y esta especie de edén, ¿no? Donde en la adolescencia tu mente y tu cuerpo se hallan y tú te sientes libre, te sientes una persona. En mi caso, hay muchos adolescentes que tu adolescencia, pues, no es tan así, pero mi adolescencia fue una cosa totalmente liberadora y maravillosa para mí, Fueron los años de la música, del amor, el tiempo de viajar, de trabajar, de estudiar, de tocar en todos los escenarios y de enamorarme muchísimo de una manera muy desinhibida, ¿no? Y eso lo he echado de menos en el tiempo y yo creo que inconscientemente siempre he ido hacia a allí y esta sería una canción.
Otra canción sería “We Fuck Each Other for the Common Good”, porque es un tema que me remite mucho a mi anterior relación, ¿no? Que ha sido una relación de madurez, una relación muy, muy guay donde hay mucho entendimiento, mucha cultura, mucha madurez, mucho compartir también la música. Pero eso es que le pasa a mucha gente de estas generaciones que lleva un momento que se encalla, eso que llaman la zona de confort; que al final no es más que miedo y que acabas sin poder, quedándote ahí como en una especie de limbo, como ese auto bloqueado en el que te da pereza salir de la situación, pero también te da pereza quedarte. Es una letra circular, que va narrando un poco esta idea, de cómo es, de qué hago aquí, ¿no? Si todos los puentes se han quemado, ¿no? Si ya no hay nada que nos cobija, ¿no? ¿Qué estamos haciendo aquí? Esa sería otra.
Y luego hay otra canción que me identifica mucho, también, que es «You Like It Rough», ¿no? Que es un tema muy sexual del disco, pero que, para mí relaciona la música con esta libido o con esta necesidad, digamos, sensual, vital, ¿no? Es un motivo principal de por qué me digo la música porque es como algo que está muy cerca de toda esta sensualidad, pero no en el sentido explícito, ¿sabes? Sino, en el sentido profundo de la sensualidad, del sentir, y por eso el sonido es garajero, letras un poco… En realidad, todo el tema en sí es un poco una cerdada, pero para mí me representa un montón, por lo que serían las tres partes, ¿no? Una más dulce, la otra más de raíces, más solera y el otro también, el otro así más cañera. Eso sería una mezcla perfecta de mi absurda personalidad, sí.
Ahora vas a tocar en la Sala Sol, ¿qué supone este concierto para ti? ¿Y qué expectativas tienes de cara al concierto?
Myriam: Bueno, tengo expectativas bajas porque Madrid es una ciudad de Barcelona, siempre cuesta mucho llenar y más si es en Madrid, pero para mí me hace mucha ilusión porque es un inicio de ciclo. A partir de ahora voy a venir mucho a Madrid y tengo ganas de estar en Madrid, tengo ganas de que me conozcan en Madrid. Es la tercera vez que voy al Sol. Primero fui con Espíritu del Rock, que era un programa de radio con los chicos y un montón de bandas de la zona que estaban a reventar. La segunda vez fuimos solos con Flamingos que también cuando estuvieron las personas en la sala en el Inverfest en el año 22. Creo que fue y bueno, esta es la tercera vez del Sol. Entonces, será la influencia, espero que buena, espero que vengáis toda la gente que os gusta: TheBetrayers, Morgan, todos estos grupos, Robusti, TheLimboos y un montón de gente que hasta ahora nos atiende muy bien con la música y con la que he tenido el placer de trabajar. En el disco he grabado también Julie Manté que está con El Twanguero, Pere Mayen que estuvo de gira con Nikki Lane y un montón de músicos increíbles. Creo que es el momento de volver a Madrid, hemos tenido mucho apoyo de las radios y de la gente que nos quiere, pero bueno, los principios son duros y mi expectativa es empezar con buen pie y volver muchas veces y estar, que sea otra casa, otro sitio seguro.
¿Qué nos vas a preparar para el directo?
Myriam: Pues, para mí, antes de presentarme en Barcelona, teníamos que hacer los arreglos del directo y estamos ahí pensando qué hacemos porque ha sido un proceso de disco muy largo. Un año grabando con una producción preciosa y con algunas pinceladas electrónicas, cosas así, muchas voces y tal y de repente ha sido como decir: «vamos a ver qué nos ofrece el directo». Nos hemos encerrado a hacer directo y ha sido una gran sorpresa porque ha sido muy orgánico, muy fácil y se ha montado solo. Entonces, lo que va a haber es rock and roll puro y duro por la vena, pero no boomer. O sea, va a haber rock and roll fuerte de ahora del 2025, ¿sabes? O sea, pop, música alternativa, no sé cómo llamarle, no sé cómo llamarle, porque es este underground más anglosajón, ¿no? Más de Mathiel, de PJ Harvey, de Saint Vincent, de todos estos grupos, ¿no? De Alejandra Savior, de Los Temples. Es este mundo claro-oscuro, ¿no? Con personalidad y con mucha caña que me apetece un montón y con unos musicazos que son de primera, ya te digo. Está Martin García, que fue el fundador de TheBetrayers y productor de Morgan este año, aparte de muchas otras cosas que ha hecho como Infierno, Speak Low, con Julián Maes, un montón de cosas.
Después, estás en la banda Charlie Sardá que es acompañante habitual a la batería de Manolo García y que es un clientazo muy amigo desde la adolescencia. Y bueno, un fichaje increíble de mucha suerte este año. Luego está Riki Frouchtman, que es un paisajista en la guitarra con un sonido brutal. Él ha estado también con grandes bandas como Jarabe de Palo, Elefantes, Maren y un montón de gente. Y Paco Cerezo, aunque está en el bajo, qué bueno acompaña normalmente a Jero Romero. Y bueno, un elenco que mola esto es lo que va a haber, o sea, mucha, mucha cosa orgánica y mucha, mucha voluntad de colección.
Claro al tener tantos musicazos en la banda tenéis muchísimas referencias musicales…
Myriam: Sí, porque es lo que te digo: esa gente que escucha mucha música, ¿no? O sea, a mí es de los que más me ha gustado este disco. Es producir con Martín por este gusto, por escucharlo, que es tan importante como interpretar, digamos no.
Por último, Myriam. ¿Qué nos puedes avanzar de tus próximos proyectos?
Myriam: Tenemos un single más para enseñar este año y luego yo ya tengo ganas de hacer otro disco, solo te digo eso. Hay como mucha velocidad en la cosa, ¿no? Y a partir de ahora solo pido, solo sueño, tener recursos y llenar las salas y que nos programen en los festivales para poder seguir grabando.
<<Para finalizar la entrevista, desde «AfondarenlaCultura» damos las gracias a «Myriam Swanson» por su tiempo y dedicación y sobre todo disfrutar de su nuevo álbum «Calígula» y disfrutar de este concierto en la Sala Sol y además, estaremos atentos a esos próximos proyectos.>>