Víctor Fernández Correas: «En el siglo XVI un esclavo era un elemento de valor, un elemento que cuanto más valor tuviera, más dinero se obtenía por él»

<<Entrevistamos a Víctor Fernández Correas autor de «Hambre de Gloria» su nueva novela histórica basada en la batalla de Lepanto. Además, Víctor es hijo de la emigración, pero extremeño de cuna. Profesionalmente, lleva más de veinte años contando qué ocurre en el canal de distribución español de la TI, entre otras cosas.La Historia y la Literatura son sus grandes pasiones. Ha participado en diversas antologías y escribe cuentos y artículos variados además de colaborar en la prevista literaria Pasar Página. Tras un breve inicio en el mundo literario con relatos breves, su primera novela fue: La conspiración de Yuste (La Esfera de los Libros, 2008), primera obra sobre Carlos I de España y V de Alemania, cuya compañía frecuenta siempre que puede. Posteriormente, publicó La tribu maldita (Temas de Hoy, 2012) y Se llamaba Manuel (Versátil Ediciones, 2018),  hasta que en 2022 vio la luz Mühlberg, novela sobre la gran batalla a orillas del rio Elba que lo ha colocado en lo más alto del género histórico de nuestro país. En 2024 publica una nueva novela sobre el Duque de Alba: Hambre de gloria>>

¿Quiénes Víctor para quien no conozca tu proyecto?

Víctor: Yo soy periodista, me dedico a la labor de informar en ámbitos en tecnológicos. Trabajo para una revista de las tecnologías de la información y en mis ratos libres, leo y escribo y escribo, preferentemente novela histórica, pero luego, pues también escribo relatos; escribo artículos de ensayo, algo de biografía, pero sobre todo lo que me encanta es escribir novela histórica. Y ahí, llevo desde el año 2008 con la Conspiración de Yuste, metido en este, entre comillas, en el negocio de la novela. En 2008 apareció la “Conspiración de Yuste”, editado por la Esfera de los Libros, 2012 fue el año del lanzamiento de la “Tribu maldita” por parte del entonces sello temas de hoy de la Editorial Planeta y después hubo que esperar hasta el 2018, en el que hice una incursión de la novela negra policíaca con tintes históricos, como “Se llama Manuel”, que es una historia que se desarrolla entre los años 52 y 53 del siglo pasado Siglo XX. Finalmente, en 2022 volví al terreno, al redil de la novela histórica con “Mühlberg” y este año con “Hambre de gloria” y lo que depara el futuro. Pues en principio es otra de la histórica, pero bueno, como estas cosas nunca se saben, pues ahí dejamos la intención.

“La Conspiración de Yuste” junto con este “Hambre de gloria” son tus dos libros más densos en cuanto a páginas, personajes….

Víctor: Son densos en el sentido de que trato muchas historias, porque, por ejemplo, «Mühlber» aparte de que es una historia más corta en el sentido de que acontecen en un único día y, por lo tanto, tampoco puedes extender el ámbito de acción de los personajes que se ven involucrados en esa batalla. Sí que, tanto en la «Conspiración de Yuste» como en «Hambre de gloria», tienes la posibilidad de extenderte a la hora de contar, no la historia, bueno, la historia, la historia con minúsculas, porque una cosa es la historia con minúsculas, que es la gran historia que todos conocemos. En el caso de la conspiración de Yuste, la retirada de Carlos V nuestro Yuste para morir en paz, después de aplicar, etcétera, etcétera, y en nombre de Gloria, es la tarea que Felipe II encomienda al Duque de Alba para que conquiste Portugal. Esos dos ámbitos, claro, te permiten jugar primero con el tiempo, ya he dicho antes que ocurre en un día, pero que lo tanto la conspiración de Yuste como hambre de gloria transcurren en mucho más tiempo o en un ámbito en tiempo más amplio. En el caso de la primera de la Conspiración de Yuste, estamos hablando incluso de 30 a 40 años, entre unos hechos y otros. Sin embargo, en Hambre de gloria no tanto, pero sí que hay unos meses, y, unos flashbacks temporales que según los personajes que te permiten viajar a épocas del pasado. Pero sí que tienes razón porque son dos novelas que te permiten jugar más con los personajes, con sus historias. Y eso pues requiere una extensión mucho más amplia para dar todos los detalles posibles para que el lector conozca mejor a los personajes.

Comenzaste con “La Conspiración de Yuste” ¿Qué recuerdos guardas de aquellos inicios?

Víctor: Muchísimos, además, muy buenos todos. Porque claro, tú imagínate, es tu primera novela histórica, primero te la publica una editorial como la esfera de los libros que trabaja por aquella época. Una editorial como esa, que te publique de tu primera novela. Claro, aquello fue fantástico y luego aparte, pues la satisfacción de los lectores que te decían que habían leído la novela, lo bien que fue recibida. Incluso el tratamiento que se le dio en medios informativos. A mí, por ejemplo, el simple hecho de que, por ejemplo, el Canal Extremadura me requiriera para grabar un reportaje para uno de sus programas en los lugares donde se desarrolla la acción, como por ejemplo Garganta la olla, Cuacos de Yuste o en las afueras del monasterio de Yuste. Claro, para una persona que acaba de publicar una novedad, tú imagínate. O sea, eso es lo más maravilloso que te puedes echar a la cara. Pero, sobre todo, lo que más me sorprende y para bien es que esa novela se publicó en el año 2018. Bueno, pues estamos en 2024, activamente 2025, y todavía sigo recibiendo comentarios o sigo viendo fotos de lectores que siguen leyendo esta novela y que todavía la recuerdan. Incluso mira, te voy a poner el ejemplo: hace dos semanas hicimos una presentación de Hambre de gloria, Madrid. Además, esa presentación la realizó Javier Santa Marta, el conocido divulgador e histórico. Y uno de los asistentes me preguntó precisamente por cuándo voy a volver a incorporar personajes maléficos en el sentido de que son de esos personajes que no quieres echarte a la cara nunca, tipo Fray Bernardo de Salazar, de la conspiración de Yuste. Y claro, pues tú en ese momento lo que piensas es lo que ha supuesto esa novela para que un personaje sea recordado, un personaje que tú has creado. Y que sea recordado después de tanto tiempo, y eso, pues te llena, te llena de satisfacción.

Estamos hablando de que “La Conspiración de Yuste” se sitúa en la provincia de Cáceres…

Víctor: Claro, la conspiración de Yuste se desarrolla prácticamente no en su totalidad, pero en buena parte se desarrolla lo que es en el norte de Cáceres, en la comarca de la Vera, pues en diferentes enclaves es tenemos Garganta la Olla donde existía un enclave, un lupanar un prostíbulo al que solían acudir las huestes o la posición de Carlos Quinto. Luego también allí, en garganta de la olla, vivía una noble, Luisa de Carvajal, que con el tiempo dice la leyenda que se convirtió en la famosa serrana de la Vera, que Lope de Vega empezó a hablar de ella en sus en algunos de sus sonetos, romances y demás. Luego tenemos Cuacos de Yuste, como es lógico que es el pueblo más cercano al maestro de Yuste, Jarandilla de la Vera, que es el lugar en el que estuvo durante tres meses hasta que se terminó de acondicionar el monasterio de Yuste. Pero luego tenemos otras ubicaciones como Valladolid, como Medina del campo, es decir, ubicaciones que de una manera o de otra están relacionadas de manera íntima con bien la vida personal de Carlos Quinto, por ejemplo, Valladolid fue el lugar de la acción donde nació el heredero o Medina del campo desde un punto de vista político, porque allí fue donde se produjo uno de los acontecimientos más fuertes entre comillas de la revolución comunera, como fue la quema de la villa de las ferias en 1520.

Y ahora con Hambre de Gloria incluyes la Batalla de Alcántara, en la que introduces a Llerena, que se encuentra en la provincia de Badajoz junto con Alba de Torres y el Castillo de Uceda, entre otras poblaciones…

Víctor: Es que son enclaves indispensables para contar la historia. Primero, el castillo de Uceda era el castillo en el que estaba desterrado el Duque de Alba. El Duque de Alba, cuando regresó de Flandes, su relación con Felipe II ya estaba bastante deteriorada y luego, pues una serie de desavenencias con su hijo determinaron al rey desterrarlo y expulsarlo de la Corte. Entonces, claro, lo manda a un castillo a unas 9 o 10 leguas de Madrid, allí en Uceda, en Guadalajara, en la actual Guadalajara, que claro, allí lo único que decía, como dice el Duque en un momento, se ponía a mirar el cielo y a las águilas sobrevolando las almenas del castillo y para de contar. Pero el Duque es requerido para encabezar de nuevo un ejército, como fue el que entró en Portugal, y claro, para eso fue para él, fue volver a la vida. Luego tenemos a Alba de Tormes, lógicamente que es el lugar de donde procede el linaje y ese lugar al que quiere volver en Duque de Alba y que tiene claro que, en cuanto concluya la misión de Portugal, quiere volver para morir en paz en compañía de la de la Duquesa. Y Llerena es el punto donde la infantería se reunió allí, en ese campamento, los 25000 o 30000 soldados aproximadamente que forman parte del ejército se fueron reuniendo para cuando llegó el momento determinado y Felipe II y el Duque de Alba determinaron entrar para conquistar Portugal, por tanto, son enclaves, 3 enclaves en muy importantes y que tienen su peso dentro de la novela.

Ahora has publicado “Hambre de Gloria” ¿Desde cuándo llevas gestando esta novela?

Víctor: Esta novela, que tiene una razón de ser, resulta que cuando termina la Feria del Libro en el año 2022. Mi editora y amiga Penélope Acero me dice: «Oye, ¿por qué no profundizas un poco más en el Duque de Alba?» La figura del Duque de Alba, que ya esbocé en Mühlber. Claro, el Duque de Alba es una figura poliédrica y tiene un montón de caras y hay algunas que sí que son atractivas, pero hay otras que te pueden complicar la vida porque me supone meterte en un fregado documental importante. Y estoy hablando especialmente de Flandes. Flandes es una etapa que te puedes complicar la vida porque es muchísima la documentación que hay que manejar y sobre todo hay que tener en cuenta las fuentes que dicen unas y que dicen otras para no pillarte los dedos a la hora de contar la historia. Me atraía mucho la primera etapa cuando el Duque se escapa del castillo familiar a luchar en la defensa de Fuenterrabía frente al ataque francés y con apenas 17 años, ya se convierte en una figura que a ojos el emperador, pues le resulta atractiva por su juventud, pero sobre todo por esas dotes demando que demuestra. Lo que ocurre es que en esa etapa final, ese duque de Alba está desterrado en Uceda, deseando encontrar la mínima oportunidad posible para volver a congraciarse con el rey. Pero sobre todo y por eso el título, Hambre de Gloria para volver a recuperar el honor de su familia, porque una de las cosas que no quería el Duque de Alba, era fallecer sin el honor recuperado para la familia, sin que ese brillo que tenía la Casa de Alba desapareciera por su culpa, por no haber sido fiel a un rey que lo había despojado de todo ese honor.

Claro, en cuanto el Duque de Alba se ve recompensado, entre comillas, con el hecho de dirigir al Ejército que va a entrar en Portugal y, eso, para él es lo que estaba deseando y lo que realmente quería, así que encontré la oportunidad ideal. Contar esa última etapa del Duque de Alba, de hecho, a mí hay lectores y además me encanta porque tú, cuando escribes realmente, pues cuentas una historia, tienes trasladas lo que tienes en la cabeza. Pero claro, muchas veces los lectores te trasladan luego cosas en las que al principio no te das cuenta o no te percatas de ello. Y hay un lector que me dijo que el prólogo de hambre de gloria no se lee igual una vez has leído el epílogo de la novela. Pero la novela es una novela circular, empieza y termina de la misma manera, pero el significado de lo que comienza no es el mismo que cuando termina la novela. Y ahí te encuentras esa evolución que experimenta el Duque de Alba a lo largo de las páginas y también te encuentras con un personaje que es fascinante, pero que, sobre todo, es un personaje que a la hora de contar la historia era muchísimas posibilidades.

Claro porque la historia comienza con ese Duque de Alba en el lecho de muerte reclamando una vez más la presencia de Felipe II…

Víctor: Claro, es que luego, aparte, Felipe II es otro personaje. Además, Felipe II, siempre tenemos la imagen de ser, al contrario que su padre, es un personaje más introvertido, no tan dinámico ni tan presto a viajar como su padre, que era un culo inquieto. Y su padre estaba lo mismo aquí, que estaba allí, que estaba recorrido el imperio, estaba recorriendo España de cabo a Rabo. Felipe II, apenas salió la época en que estuvo en Inglaterra, luego en la zona de Francia, luchando, pues en esos momentos antes de la batalla de San Quintín, pero luego ya se enclaustra en España y de España ya no sale de ese triángulo de Madrid, San Lorenzo de El Escorial y Aranjuez. En ese triángulo se movió, ya prácticamente no salió claro. Te encuentras con un personaje que luego lo vas conociendo y que da muchísimo juego. Por ejemplo, tú lo has visto hay una escena de Felipe segundo que nunca nos imaginaríamos, pero que pudo dar si es ver al rey llorando, el día que está firmando la orden para que el Duque de Alba sea el lugarteniente, que no capitán sino lugarteniente de las tropas que van a entrar a Portugal, y él se está imaginando porque está recordando por qué el Duque le echa en cara que cuando estaba en Flandes, como le había prometido, no fue allí para pacificar la situación, para establecer la justicia requerida y sobre todo, para que él no cargara con toda la responsabilidad de lo que había ocurrido desde el momento en que llegó. Otra vez a ese rey, firmando el decreto por el que quedaba, se convierte en lugar de inteligencia, llorando y recordando que no fue a socorrerle o a restituirle allí en Flandes, porque su mujer, la reina Isabel de Valois, se estaba muriendo y que estuvo a su lado hasta el final. Claro, es, es un momento que es humano y es un humano que tiene sentimientos y de lo que se trata es de mostrar los sentimientos de una persona, por muy fría que pudiera parecer a ojos de cualquiera, simplemente con leer sus cartas. Porque quieras o no, todos somos personas y todos tenemos una serie de sentimientos y esos sentimientos en algún momento salen por las razones que sean y porque no nos hacen humanos y también Felipe II era un ser humano.

Pero quería Portugal a toda costa…

Víctor: Quería Portugal a toda costa porque es que él se sentía heredero de Portugal. Hay que tener en cuenta que Felipe II era hijo de Isabel, la hija de Manuel I y además hermana de don Enrique, el último rey, con los derechos que había fallecido en 1580, en enero de 1580, sin dejar descendencia. Hombre de excedencia, poca, primero, porque era un hombre que se dedicó prácticamente toda su vida a la y a la renuncia a la vida religiosa, por lo tanto, descendencia poca. Y segundo, porque prácticamente cuando fue ordenado como rey, cuando recibió la terminación de que tenía que ser rey, fue en 1578. Una vez que muere Sebastián, el rey, el legítimo después de la batalla de Alcazarquivir claro, se encuentra que con 70 y pico años, cómo se va a poner ese hombre a engendrar hijos, es que no puede. Aparte, es que, por mucho que quieras, la naturaleza es la que es clara, pues te encuentras con que Felipe II es legítimamente el heredero porque es hijo de una portuguesa. Además, es hijo de la hija que valga la redundancia de Manuel I, hermana de don Enrique el rey, fallecido. 

Por tanto, él se considera el legítimamente heredero de ese trono. ¿Qué pasa? Que te encuentras por la otra parte a don Antonio Crato, que es hijo de don Luis, que era también hermano de Isabel y de don Enrique, pero claro, con una novedad, que don Antonio De Crato nunca fue legitimado por su padre. Él intentó de todas las maneras encontrar documentación en la que constará que haber sido reconocido por su padre, pero nunca la encontró. Pero lo que sí que encontró fue el fervor del pueblo, sobre todo el pueblo llano, y la iglesia de sus estratos más bajos. ¿Por qué? Porque evidentemente querían un rey portugués, no querían un rey español y estaban dispuestos a defenderlo hasta el final y de ahí que cuando se levanta Antonio de Crato y se autoproclama rey de Portugal en Santarém y dice que va a luchar por los portugueses y por la defensa del trono que tiene que ser ocupado por un rey portugués. Sin embargo, ocurre ese choque entre un rey que no es legítimo, pero que se siente como tal, y otro rey que sí considera que es el legítimo heredero y propietario de esos derechos.

¿Cómo llega esta historia a tus manos? ¿Cómo llegas al primer boceto?

Víctor: Pues la verdad es que la idea la tenía clara. La idea era la que te he comentado de hacer una novela circular, es decir, la novela tenía que comenzar y terminar de la misma manera con el Duque de Alba en Portugal, en sus últimos días, en esas últimas semanas. Pero claro, luego, ¿cómo conduces eso? Aun así, claro, tú tienes un principio y un final, ¿pero qué hay en medio? ¿Cómo desarrollas lo que hay en medio? Pues ahí está la habilidad de primero, tener una muy buena documentación, ¿no? Y para hambre de gloria he tenido la suerte y mesa, por ejemplo, de contar con el apoyo de historiadores como Carlos Belloso, de la Universidad de Valladolid, o de Geoffrey Parker, que es uno de los hispanistas más reconocidos que existen. Y claro, que pongan a tu disposición todas las cartas que se intercambiaron Felipe II y el Duque de Alba durante la batalla de lo mejor dicho durante la campaña de Portugal, eso es un regalo. Ya lo único entre comillas que tienes que hacer es una vez que has leído las cartas y una vez que has extraído de ellas lo más importante, pues construir una serie de tramas, jugar con los personajes, estructurar esos personajes, construirlos, dotarlos de una naturaleza. Para que luego, pues, todo ese totum revolutum se convierte en una historia que sea lo suficientemente atractiva como para que el lector, pues se siente atraído por ella y se siente a leer y se le pasen las horas mientras estaba metido en las páginas del libro.

Booktrailer de Hambre de Gloria

Es una historia con tres países: España, Portugal y Senegal ¿Cuál es la unión o hilo conductor que tiene Senegal con Portugal? Pero claro, metes a personajes como Ebou…

Víctor: Senegal tiene un hilo muy importante, y es que el problema de la leyenda negra es que, claro, a España se le atribuyen muchos defectos, también muchísimas virtudes, pero también hay muchos defectos. Y hay países como Portugal, que también tienen su parte entre comillas, negra, que a veces, pues no se magnifica tanto, como es el caso de España. Sin embargo, Portugal tuvo casas de contratación de esclavos, además, tuvo sus rutas de tráfico de esclavos y uno de esos lugares del que procedía buena parte del tráfico de esclavos a Senegal. De hecho, en Senegal hay un lugar que se llama la isla de Gorea que se puede visitar. 

De hecho, basta con teclear isla de Gorea en cualquier buscador de Internet y aparece cómo es la isla, como eran los barracones, donde se hacinaban los esclavos hasta su traslado. Luego, pues como desde ahí, pues eran clasificados como si fueran ganados, introducidos en barcos donde podrían estar tranquilamente 2 o 3 meses surcando el Atlántico hasta llegar primero a Santo Tomeo, a las Azores y luego de allí prosigue el camino de Lisboa. Claro, era un viaje infernal. Además, hay documentación que se explica que el 25% de esa tripulación en forma de esclavos no llegaba a su destino por enfermedades porque iban al final. Asimismo, hay pinturas, hay diferentes muestras gráficas de cómo iban accionados, los esclavos iban atados, encadenados de los unos a los otros, por los tobillos o por las o por las muñecas y que no se podían mover. Se les acaba una vez al día en la cubierta de barco, pero por el simple hecho de que tomaran aire y no fallecieran. Claro, allí abajo, hacinados con la cantidad de enfermedades que se propagaban, pues claro que la mortandad era muy lenta, pues esos esclavos, ¿qué ocurre, ¿hasta a dónde quiero llegar?

Pues esos esclavos luego se encontraron con una oportunidad única de obtener la libertad. Y es que Antonio de Crato dándose cuenta de lo exiguas de sus tropas, pues ofrecía a muchos esclavos la oportunidad de luchar por él y, en caso de ser, concederles la libertad. Sin embargo, uno de esos esclavos que opta por ese camino, es Ebou. Es uno de los personajes de la novela, que es un senegalés que llegó a Lisboa esclavizado. Y, claro, cuando le dicen si tú luchas por mí, yo te ofrezco la oportunidad de que seas libre. ¿Cómo vas a renunciar a eso? ¿Qué otra opción tienes? La muerte, si posiblemente vas a morir dependiendo del tipo de amo que tuvieras, por lo tanto, era una vía de escape por la que muchos apostaron. De hecho, si lees alguna de las cartas que el Duque de Alba manda a Felipe II, hay una carta muy buena de finales de julio, aproximadamente, que dice que han descubierto una tahona donde se elaboraba pan y que todos eran negros. Claro, le dice que le sorprendió el hecho de que fueran todos negros los que estaban elaborando el pan.

Porque venían de la isla de Gorea de Senegal, por eso eran negros… 

Víctor: Claro, es que eran todos negros. Además, las cifras hablan de que en aquella época Lisboa tenía un 10% de población esclava. Estamos hablando de muchos esclavos en un lugar que para el que estaban destinados a labores domésticas, pero claro, otros, pues estaban predestinados a morir trabajando porque eran reducidos a medias bestias de cargas.

Además, en esa isla de Gorea, es dónde encontró la hermana de Ebou la muerte…

Víctor: La hermana encuentra la muerte, aunque bueno, el lector. Si alguien se quiere leer la novela, tampoco es nada para destripar la novela. Simplemente, es una forma de contar lo que ocurrió en la isla de Gorea. Además, mira, este fin de semana, estuve en Puerto de Miravet en las jornadas de novela histórica. Y me preguntaba un lector que, si lo que cuento del momento en el que los esclavos que por sus condiciones físicas estaban muy mermados y no eran propicios para ser embarcados porque podrían enfermarse o hacen enfermar al resto de procesiones, por tanto, eran arrojados a los tiburones. Si me lo había inventado, digo, no me lo he inventado. Es documentación que existe y simplemente hay que leer algunas de las cartas que los esclavistas que los dueños de las diferentes casas esclavas dejaron escritas esas documentaciones. En las que se habla de que esos esclavos que no servían, simplemente los tiraban y eran pasto de los tiburones porque no servían para la labor que les iban a encomendar, o bien no crean embarcarlos porque podían hacer perder el valor de la carga.

Las conversaciones que tenían Joao y Damián, que era que había que mirar los dientes, los látigos, etc…..

Víctor: Siempre digo que la historia de que verla con los ojos del momento en el que se producen los hechos, evidentemente no podemos contar. Los hechos del siglo 16, con ojos del siglo 21. En el siglo XVI, un esclavo era un elemento de valor, un elemento que, cuanto más valor tuviera, más dinero se obtenía por él. Por lo tanto, interesaba que el esclavo físicamente estuviera intacto, que tuviera todas las piezas dentales, que no tuviera signos de enfermedades, ni tampoco que tuviera trazas de sufrir dolencias, que fuera lo más sano posible. Y eso, pues, implicaba un examen o una revisión completa para sacar el máximo precio de los esclavos. Vicente Godiño, que es el esclavista que acude a la isla de Gorea a llevarse esa carga porque era eso, una carga de esclavos en su barco. Claro, lo que hace es examinar a los esclavos uno por uno, y eso implica examen bucal, examen ocular o un examen de las extremidades, comprobar su fuerza y durante el viaje se les engordaba a los esclavos, sobre todo para que cuando llegaran a Lisboa, presentarán el mejor aspecto posible. Para una vez llegados al mercado donde se les vendía sacar la máxima rentabilidad posible y es por ello que eran objetos de venta y había que maximizar lo máximo posible para que la operación resultara rentable.

Antes de continuar con la historia, quisiera preguntarte si el actual Duque de Alba, el de 2024, tiene algo en común en la línea sucesoria con aquel Duque de Alba…

Víctor: Hay un momento que fue en el siglo XVIII, hay un momento en el que la última duquesa de Alba se muere sin descendencia. Por lo tanto, ahí, había un intervalo de tiempo en ver quién quería los derechos y había una rama familiar. Había una familia que estaba emparentada con ese núcleo principal de los de la Casa de Alba y es la que desde ese momento tiene los derechos. Pero lo que es la casa original, la casa original de Alba de Tormes, esa casa murió con esta desaparición, con la muerte de esta última representante, precisamente, de esa Casa de Alba.

Cómo bien, te comenté entre mis personajes favoritos Ebou, Juan de Portugal, el obispo que también quiere guiso en esta historia, y el nacimiento de Miguel de Cervantes…

Víctor: Es que son personajes que te permiten jugar con lo que te decía antes. Son esa historia con minúsculas que te permiten contar la historia con mayúsculas. Son personajes que dan sentido a los hechos, que vas atrás el área lectora, pero te permiten contar la historia de cómo esa historia inmensa, esa historia con mayúsculas, se los lleva por delante y tienen que intentar, de una manera de otra, mostrar su fortaleza o mostrar su manera de entender. Esa manera de ver la vida y de transmitirte, pues, lo que sentían en ese momento. Por ejemplo, el Juan de Portugal es ese Juan de Portugal, es un personaje claro, es cuando por todo estamos hablando de un rey que se encuentra con que el heredero que viene, pues a ver cómo a ver cómo conduce al Reino. Los personajes femeninos son personajes primero, mujeres, si lo vi claro, estamos hablando de que las mujeres han sido del siglo XVI tenían un papel muy distinto al que teníamos al que tienen ahora y que afortunadamente con el tiempo, pues a la evolución les ha permitido estar en una igualdad de condiciones que en ese siglo 16 no tenían. Por lo tanto, se trata de que esos personajes te permitan ver la época, el tiempo, eso todo, conocer la historia y por qué esa historia les afecta de la manera que les hace comportarse, de la manera que lo hacen a lo largo de las páginas de la novela.

Además, Sánchez también tiene un papel muy importante en la trama…

Víctor: Íñigo es de esos personajes. También me lo preguntaban este fin de semana en Portugalete, ¿qué le caracteriza a Íñigo? A Íñigo le caracteriza una serie de valores, una serie de valores que, por desgracia, pues con el tiempo, pues están quedando cada vez más en desuso. El valor, la dignidad, pero, sobre todo, la defensa del otro, el compañerismo y la lealtad. Y a Íñigo lo que le impulsa, precisamente, es la lealtad y el deseo de recuperar a un amigo que sufre cautiverio y que en un momento determinado pues le salva la vida. Asimismo, él lo que quiere es devolvérsela decir: tú me salvaste la vida a mí y yo te tengo que salvar la vida. En este caso, te tengo que rescatar del cautiverio en el que estás. Ese amigo es Miguel de Cervantes, claro, si tú ya no solamente por el hecho de que te has salvado la vida en una época en un momento tan importante como es la batalla de Lepanto, sino que además te das cuenta de que por la manera de hablar y por él ya te ha mostrado cosas que ha escrito. Claro, escribir así en el siglo XVI, donde la escritura era algo reservado a muy pocas personas. Era algo que diferenciaba de una manera inmensa; claro, te das cuenta de que esa persona vale más que tú, como tu existencia. 

¿Cómo no vas a hacer todo lo posible para que esa persona siga viviendo si, a cambio, tu existencia es la que le permite que lo haga? Pues haces todo lo posible para que esa persona deje una huella como va a dejar Miguel de Cervantes a cambio de alguien que no va a dejar ni una huella en el mundo porque no tiene nada que dejar. Por lo tanto, Íñigo se encuentra en la tesitura de que le ofrecen una misión y con esa misión sabe que se va a pagar el rescate de Miguel de Cervantes en Argel. Claro que lo tiene claro, él dice: yo no soy nadie, pero, en cambio, la persona que está en el Argel está destinada a dejar una huella en la humanidad, a hacer algo importante que no sé lo que va a ser. Pero llegó a hacer algo más de lo que yo voy a dejar en este mundo. ¿Cómo va a merecer la pena intentarlo? E incluso jugarme la vida, si con eso consigo que esa persona haga más de lo que yo he hecho hasta la fecha.

Me estás hablando de Miguel de Cervantes, de que en la trama Íñigo se da cuenta de su valía, de lo que después fue Miguel de Cervantes, por tanto, has iniciado la vida de Miguel de Cervantes en la novela…

Víctor: Claro, Miguel de Cervantes realmente empieza a escribir la Galatea, empieza a escribirla. Bueno, ya empiezan a ser ciertas composiciones. Lo que pasa es que realmente lo que a Miguel de Cervantes le comienza a dar el nombre ya es ese momento en el que en el que hace obras como la Galatea. De hecho, hay un momento de la novela en el que a un soldador enseña ya los primeros fragmentos de la Galatea. Claro, el simple hecho de que él tenga en la cabeza una serie de ideas, una serie de cosas que quiere trasladar en forma de papel. Y eso se lo comenta, pues, a soldados que en su vida han visto una hoja de papel que no sabe lo que prácticamente tenía, una manera muy rudimentaria de firmar, claro está, ante una persona completamente distinta a todo lo que han visto hasta la fecha. 

Ese Miguel de Cervantes se encuentra en ese periplo que hace de la batalla de Lepanto cuando es capturado una vez volviendo a España, luego su traslado a Argel. Pues ese periplo lo voy contando a través de los ojos de Íñigo, porque Íñigo le va a acompañar durante todas esas peripecias hasta que llega un momento en que sus caminos se separan. Y ese es el momento en el que, cuando se le hace un ofrecimiento por parte de un enviado de la princesa de Éboli, Íñigo no lo duda. Sabe que Miguel de Cervantes es lo que te he dicho antes, que está predestinado a algo importante y toma la determinación de hacer todo lo posible para rescatar esa presión de un cautiverio. Por otra parte, lo merece y que le va a permitir hacer lo que luego va a hacer Miguel de Cervantes, el autor de seguramente la novela crucial de la historia de la humanidad.

Y otro de los personajes que no hay que despreciar es a Álvaro de Luna con su Castillo de Alburquerque…

Víctor: Es que ya te digo que son personajes que, por ejemplo, Álvaro de Luna, el tratamiento que doy en ese momento no es tanto como otros que sí que desarrollo más de la novela. Pero siguen teniendo una trascendencia histórica, sobre todo por el apoyo que prestan a esos personajes que están llamados a ser los grandes protagonistas, pero que, igualmente, tienen su papel. Y que tiene su importancia en ese contexto general, en esa historia, con mayúsculas, que es en sí un vehículo para contar algo tan notorio en aquel momento como fue la conquista de Portugal. Que permitió a Felipe II convertirse en Felipe I de Portugal y ser rey de un territorio que era un imperio que tenía una gran cantidad de posesiones. Y eso, pues, permitía al imperio español ser más grande de lo que era hasta entonces y convertirse posiblemente en el océano más importante de la cristiandad.

¿Piensas que “Hambre de Gloria” podría ser serie o telenovela en alguna plataforma?

Víctor: Por soñar que no quede, pero estas novelas históricas cuestan muchísimo, pero muchísimo dinero. Una vez tuve la oportunidad de conversar con Javier Olivares, con el creador del Ministerio de tiempo, y hablamos sobre lo que suponen estas novelas a la hora de ser trasladadas a serie de televisión, a películas. Él decía que es que cuestan muchísimo dinero, porque la inversión es no solamente hacer la película, sino construir escenarios, el vestuario, diseñar el entorno. Es decir, crear la atmósfera de esas producciones están costoso, que realmente acaban saliendo las que, por una razón o por otra, llaman muchísimo la atención o saben que esa inversión se va a rentabilizar por soñar que no quede ahora con los pies en la tierra.

La novela cierra con Fernández Álvarez de Toledo, pero ¿podría haber algún personaje que tuviera una vida más allá de esta trama?

Víctor: Podría haber una novela desencadenada por un personaje femenino y podría ser Inés Arias. Inés Arias es un personaje que daría para una novela. De hecho, hay alguna lectora que me ha dejado caer que ¿cómo es posible que Inés no tenga una continuación en forma de novela? Pero realmente, en hambre de gloria, lo único que hago es presentarla. Presento a una mujer soldado. Que no es nada raro porque en el siglo XVI en los tercios ya había mujeres soldado, no había muchas, pero había mujeres soldado.

Y esta mujer, además, es curioso porque en la en el boceto original de la novela, este personaje tenía 3 líneas, pero 3 líneas, que son las que intercambian en Gines, Méndez e Íñigo, en la dehesa de Santillana, en el campamento y se cruzan con ella. Y es entonces cuando Ginés le dice: «tenga cuidado vuestra merced porque es una mujer, aunque veáis el ropaje, pero es una mujer y guardaos mucho de ella porque la compañía que frecuenta no es la mejor». Además, Íñigo se queda con su cara, se miran fijamente y ahí iba a llegar todo el protagonismo de Inés. Lo que ocurre es que siempre lo cuento, los personajes tienen vida y eso significa que pugnan por sacarte más protagonismo. Tú, aunque no quieras, los personajes, al tener vida, luchan, se rebelan contra ti y quieres más protagonismo. En algunos casos no lo obtienen, pero en otra lucha de otra manera, que no puede ser constreñido a una serie de líneas o un papel muy limitado. Y ellos se obcecan y al final te dicen: mira, prueba conmigo y verás cómo me vas a dar la razón. Y en el caso de Inés Arias, le di completamente la razón cuando alguna idea fue puesta en la cabeza. Es verdad, que yo hablo con mis personajes y al final de la novela le di la razón. A Inés le dije: felicidades porque has llegado más allá de lo que yo había previsto que llegaras a ser en la novela. E incluso en lo que te decía, habría alguna posibilidad de continuar su periplo vital en forma de novela y quién sabe que la posibilidad está abierta.

Si tuvieras que identificarte con algún personaje, ¿quién sería y por qué?

Víctor: Íñigo es un personaje que lo reúne todo, pero sobre todo es un personaje desencantado con su mundo, desencantado con la vida en general. Aun así, es un personaje lleno de vitalidad, es un personaje lleno de dignidad, de lealtad, de respeto por el compañero y de amor hacia los demás. Y de amor hacia los demás, en el sentido de que es capaz de sacrificar su vida si con ello consigue, como te he dicho, que la vida de otra persona que él, por las razones que sean, intuye que va a ser más importante que la suya, merece la pena. Y, llega a ese punto de decir: «No tengo nada que hacer en este mundo, más que seguir pegando cuchilladas a tanto la cuchillada y poco más, y hasta que en cualquier momento en una esquina me peguen a mí una y aquí acabe mi periplo en este valle de lágrimas.» ¿Merece la pena seguir así sabiendo que hay una persona que posiblemente sea recordada por los siglos de los siglos, por ser quién es, si con eso él sigue vivo y yo sacrifico lo que soy para que esa persona siga viva? Eso yo creo que hay pocas personas lo harían, pero sobre todo es un personaje con una dignidad y, sobre todo, con una manera de actuar que se ve a lo largo de la novela. Y que, además, demuestra que, por encima de todo, tiene una serie de valores que le impulsan a manifestarse como es Íñigo.

Por último, Víctor, ¿qué nos puedes avanzar de tus próximos proyectos?

Víctor: Mira, lo que se puede contar es que después de dos novelas llenas de sangre, de batallas, de guerras, de traiciones y todo lo que rodea a un acontecimiento bélico como fue, por ejemplo, Mühlber, o como es la campaña de Portugal, estoy escribiendo una historia de amor (entre risas). Es una, es una historia de amor, es una historia peculiar y está protagonizada por 3 mujeres, 3 protagonistas femeninos y es una historia con personajes muy potentes, tanto ficticios como reales, y es una historia de historias que además, yo creo que va a llamar la atención.

<<Para finalizar la entrevista, desde «Afondarenlacultura» damos las gracias a «Víctor Fernández Correas» por su tiempo y dedicación, también por su libro «Hambre de Gloria» y también estaremos atentos a sus próximos proyectos.>>