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<<Entrevistamos a Nacho Ares, sobre su nueva novela “La Tuma de Atón”. Nacho Ares se licenció con el grado en Historia Antigua por la Universidad de Valladolid, con una memoria de licenciatura (Tesina) que llevaba por título La visión grecorromana del mundo oriental. Un estudio crítico de las fuentes clásicas. Además de autor, también ha traducido, revisado y prologado numerosas obras del inglés. Durante 10 años dirigió la Revista de Arqueología, un referente del estudio de la Antigüedad y la Arqueología, con un Comité Científico presidido por Su Majestad la Reina Doña Sofía. Además, dirige y presenta el programa SER Historia de la cadena SER y también realiza el podcast Dentro de la pirámide, en Pódium Podcast, con su complemento en vídeo en YouTube: Dentro de la pirámide.>>

Tu primera novela “Egipto el oculto” publicada hace más de 20 años ¿Qué recuerdos te trae esa novela?

Nacho: Bueno, pues, no es realmente la primera novela. “Egipto el oculto” es un ensayo. Mi primera novela histórica fue “El retrato” que nada tenía que ver con Egipto. Es una historia que me apasiona del siglo XVI español en el reinado de Felipe II, en el que participaba Christopher Marlowe, el autor inglés de teatro Isabelino, la Princesa de Éboli y otros personajes de la época. Mi primer libro, como bien decías, era un ensayo que es Egipto, el oculto. Y claro, eso lo escribí ostras ya hace más de 25 años. Sin embargo, se reeditó muchas veces y aún se puede seguir comprando, ya que hay gente que me lo lleva a firmar a las firmas del libro o alguna presentación y yo siempre hago lo mismo. Abro el índice y tacho un capítulo. Especialmente el del trabajo de la piedra con el que bueno yo escribí con 28 años, y en aquella época, pues ahora me desdigo totalmente de todo eso que escribí. Y es un poco curioso, ¿no? Le tengo mucho cariño porque fue mi primer libro, pero hay cosas que ahora no compartiría porque, bueno, uno siempre crece, se madura, se evoluciona, se estudia, se aprende y vas cambiando de opinión en algunas cosas. Porque muchos de los misterios de Egipto yo creo que siguen vivos, ya que era un poco el trasfondo de este libro, pero hay cosas que se pueden decir que están superadas y que no hay que ahondar en ello.

Después de tantas obras, aprendizajes como me comentas, se te considera un egiptólogo…

Nacho: Sí, a ver, yo estudié historia antigua en la Universidad de Valladolid. Después, estudié Egiptología en Reino Unido, en la Universidad de Manchester. Yo siempre me he considerado Egiptólogo ya de broma, digo también que soy egiptoloco, más que egiptólogo, ¿no? Pero bueno, siempre mi trabajo, mi vida y todo ha estado relacionado con el mundo de los faraones. Además, he trabajado en medios de comunicación, he estado vinculado a la radio, televisión, y prensa. No obstante, durante 10 años fui director de la revista de Arqueología. Aunque, algunos dicen o maldicen, que si tenía un pie en el mundo del misterio no podía estar en el otro terreno, en el mundo académico, en el mundo más ortodoxo. Y no, en el misterio, se puede estar. Se puede estar en los dos sitios, porque precisamente no tiene una línea que esté en un lado o en el otro. O sea, las cosas que desconocemos se reconocen abiertamente en el mundo académico y no pasa nada. A nadie le duelen las prendas por reconocer que no sabemos cómo se construyeron las pirámides, por ejemplo. Y bueno, lo que sí, es cierto que a mí me encanta el mundo del misterio, pero claro, el mundo del misterio, con concierto, sosiego y los pies sobre el suelo, no decir estupideces ni bobadas, que no se fundamentan en absolutamente nada.

Incluso dentro del mismo misterio hay un gran abanico, para poder explorar y escribir sobre ello…

Nacho: Sí, porque hay algunos sectores del mundo del misterio que más que un mundo de misterios es un mundo de una religión, ¿sabes? O sea, por creer a pies puntillas que hubo una civilización perdida hace 10000 o 12000 años, que fue la que construyó las pirámides, que otros creen que fueron los alienígenas, etcétera. Bueno, pues eso son ideas que no se sustentan en absolutamente nada. Y eso no quita para, como decía antes, reconocer que hay misterios, en la historia de la antigua Egipto. Sin embargo, hay algunos que son apasionantes, con el misterio que rodea a la construcción de las pirámides, pero bueno, yo pienso, que en el mundo académico tiene muchos elementos que todavía no están explicados. No obstante, ahí hay muchas dudas, en muchos aspectos, pero también es cierto que hay otras que están explicadas y no por ello pierde un ápice de interés en el mundo del antiguo Egipto.

Ahora has presentado “La Sombra de Atón” ¿Desde cuándo llevas gestando esta novela?

Nacho: Bueno, pues si la he publicado ahora, pues empecé a escribirla el año pasado. A ver el tema del antiguo Egipto es un tema que tengo muy interiorizado. Y bueno, pues no, voy a decir que no me cuesta nada, ¿no? Pero no es como al principio. No es como cuando yo era mucho más joven o incluso cuando era niño. Yo conservo textos de cuando estaba en el Instituto. Yo estudié en Valladolid, en el Instituto José Zorrilla. Y ahí, fue cuando, comencé a enamorarme de la historia de Egipto, del mundo académico, de los misterios y de todo. Pero yo recuerdo que el primer intento que yo hice de escribir un cuento, una novela, pues claro, lo primero que me atoraba y que presentaba obstáculos y que no podía superarlos era ostras ¿Y cómo era una casa en el antiguo Egipto?, ¿cómo vestían?, estaba harto de ver tumbas, pinturas con tumbas, en vez de con pinturas, con descripciones, de cómo vestían y cómo iban y venían no, pero finalmente no tenía ni idea. Sin embargo, ahí estaba yo con 14 o 15 años, en el que no tenía un trasfondo para poder recrearlo en un texto, eso. Ahora es, al contrario, tengo un conocimiento muy amplio de esos detalles de la vida cotidiana en el antiguo Egipto y salvo muy pocas cosas, pues la documentación yo la tengo en la cabeza. Por ejemplo, para La Sombra de Atón me he tenido que documentar, pues de algunos aspectos biográficos de Ramsés II, de algunas cosas del protagonista, de Khamwaset, pero realmente todo lo que es la parte histórica, el momento que se vive en la novela, el festival Sed y todo eso, pues lo tengo bastante interiorizado y normalizado.

¿Qué mensaje nos quieres transmitir en la novela?

Nacho: La sombra de Atón lo que hace es adentrarnos en uno de los momentos más desconocidos de la historia de Egipto. Más concretamente, en el reinado de Ramsés II del que se conoce todo, pero no sabemos por qué él, empezando por su padre, Seti I, comenzaron esa persecución, con la figura de Akenatón, del faraón hereje, a Amenofis IV o Akenatón. Realmente, hasta ese momento, pues no es que hubiera pasado desapercibido, pero sí que con Ramsés II, pues empieza esa persecución de borrar el nombre de tumbas, monumentos y es curioso porque no se persigue lo que es en la figura de Atón, del disco Salar de Atón, ese dios que tuvo especial auge durante el Reino de Amenofis IV, sino que se persigue la figura de Amenofis IV o Akenatón. Sin embargo, es un misterio, no sabemos por qué. No podemos intuir porque dio la espalda al clero de Amón, etcétera. También él persiguió un poco al clero de Amón durante sus 17 años de reinado, pero bueno, es un poco el trasfondo que yo intento explicar en la novela.

Centras la historia en el reinado de Ramsés II, junto a la participación del príncipe Khamwaset que es el sacerdote, mago y egiptólogo, además de ser el cuarto hijo del faraón ¿Por qué has elegido este marco? Ya que vienes de escribir sobre Tutankamón…

Nacho: Bueno, pues a mí siempre me ha gustado la historia del Reino Nuevo, del Imperio nuevo. Sin embargo, sobre Ramsés II es la primera vez que escribo sobre este periodo, aunque sí que conocía, muchas cosas del príncipe  Khamwaset, porque siempre me ha atraído. La verdad es que lo bueno que tiene este tipo de personajes es que son relativamente poco conocidos, porque tampoco hay mucha información que haya llegado hasta nosotros de esa época y te permite, desde el punto de vista literario, pues crear con bastante libertad. Siempre ateniéndome a hechos históricos reales. En el epílogo, al final de todas mis novelas históricas, siempre cuento lo que es real y lo que no lo es de la novela, y hablo de qué personajes son reales, de cuáles no. 

Y bueno, pues para que el lector tenga también un poco ese bagaje de poder seguir ampliando por un sitio o leyendo por otro, y viendo con un sentido más crítico, unas partes u otras de la de la novela. Pero mira elegir el momento histórico y más concretamente la etapa de mediados del S. XIII, antes de Cristo, en el reinado de Ramsés II fue relativamente lógico, porque claro, es el reinado en el que estuvo Khamwaset. No obstante, siempre intentas focalizar más o menos un momento de la historia para ver dónde comienzas o dónde acabas. Además, coincide con la muerte del toro Apis, a sabiendas de que Khamwaset había sido uno de los principales adalides y defensores del culto al Dios Apis, y él fue el creador de esas galerías subterráneas para poner allí sus enterramientos, etcétera. Pues me pareció un momento idóneo para comenzar esta historia.

Ahora que me comentas sobre Toro Apis, todas tus novelas las introduces en el género thriller, pero siempre dentro del marco de Egipto y así poder aprender sobre ello…

Nacho: Sí, a ver la historia de Egipto, siempre la conocemos por sus vencedores, por los aspectos más amables. Por ejemplo, la vida de Ramsés II, que abarcó casi todo el siglo XIII y enterró a muchísimos de sus hijos, entre ellos a Khamwaset, siempre pensamos que fue todo, escrito con letras de oro y que no ocurrió nada en negativo. No obstante, como vemos en la novela, aunque la propia historia de sus seguidores de Atón que yo abordo sumerge la mayoría de su relato en la ficción, algo debía de haber sido relevante porque el culto a Atón ni llegó ni se fue de una manera tan sencilla como muchas veces hemos imaginado. Ni Akenatón o Amenofis IV fue el inventor del dios Atón, que era un Dios que ya tenía bien en aquella época, casi 1000 años de antigüedad en el mundo faraónico, ni se fue con su culto, se fue cuando murió Amenofis IV Akenatón. Y bueno, pues todo ello, ese vacío que es la historia, como decía antes, permite al autor, pues crear escenarios, crear personajes, combinar los reales con los ficticios, te permite marcar un poco el devenir de la historia. Y bueno, pues tomando de aquí, de allá, puedes construir un relato u otro. Sin embargo, otros compañeros tuyos y me han preguntado, y cómo haces para crear la historia, la estructura de la novela y tal. Bueno, pues la historia está ahí, tampoco me estoy inventando nada nuevo, la historia te permite, con esas lagunas que decía antes, aportar algunos datos para completar esos vacíos que quizás los libros de historia no pueden dar.

¿Cómo ha sido para ti introducir el dios Apis, el disco solar y recrear las reuniones ocultistas?

Nacho: Bueno, pues a ver la recreación de esas reuniones más oscuras es pura ficción, aunque podría haber sido perfectamente cierto. Ya que sí tenemos en cuenta esa persecución que había de la figura de Amenofis IV Akenatón. Pues algunos de sus seguidores o algunos de sus herederos, pues podrían haber estado perfectamente trabajando en esa línea.  Sin embargo, el toro APIS es ahora en ese momento, con el reinado de Ramsés II, cuando empieza a tener una importancia clave que se va a ir extendiendo a lo largo del tiempo que sea hasta la época grecorromana. Por tanto, es curioso porque vemos como los dioses egipcios, que en un primer momento son muy variados y cada uno defiende un arquetipo, una idea, un prototipo de creencia. Pues al final van todos encajando y se van fundiendo en una misma idea.

Yo siempre comparo los dioses egipcios con la cultura cristiana, con los santos y con las vírgenes, porque vírgenes hay muchas que lo hacen todas con referencia a la misma idea de la Virgen María que puede ser casi una divinidad femenina. Y con los dioses egipcios podemos entenderlo igual, son muchos dioses, pero al final la especulación y el propio sentido de todos ellos hace pensar que van todos de la mano, casi en el mismo barco y en el mismo sentido. Eso es lo que hace que muchas divinidades al final adquieran un trasfondo solar, aunque en un principio no lo hubieran pensado así. No obstante, el dios Amón de Tebas acaba siendo el dios Amón Ra. Osiris también acaba adquiriendo muchos elementos solares, sobre el Dios cocodrilo, la fuerza del Nilo, la fuerza de la naturaleza acaba siendo también sobre Ra, es decir, hay muchas divinidades que acaban pisándose unas con otras. Sin embargo, en el caso de APIS, como con esa divinidad que luego se acaba fundiendo con el culto funerario o con Osiris, también de ahí nace el Dios Serapis que es Osiris APIS. Bueno, pues vemos que tiene su recorrido lógico entre comillas, por lo menos viéndolo así con el paso de los siglos y que hace que en la época Grecorromana, pues sea una de las divinidades más seguidas y queridas. Después cuando desaparece ya el culto a Apis, también en época romana hay muchos expertos, incluso saltan a la del cristianismo y hoy lo seguimos utilizando.

Eso te iba a comentar porque has escrito una historia, pero se transforma esa historia de ficción, ese transcurso en el que Ramsés II hace un viaje para seguir conquistando territorios. En la actualidad tenemos que Egipto, digamos echando en mano, a Gaza, que son los países que en esos tiempos estaban en la lucha por el poder…

Nacho: Sí, sí, fíjate, ahí hay aspectos de la historia que parece que no cambian, ¿no? Y podemos ver en el presente tanto elementos históricos o mejor dicho, políticos, religiosos, sociales, que siguen muy, muy vigente. Muchos de los elementos que son pilares del cristianismo, como la resurrección de Jesús, que tiene muchos elementos paralelos con la figura de Osiris, los dos resucitan al tercer día, los dos fueron traicionados por un hermano. 

Además, en el mito de Osiris es Seth quien traiciona a su hermano Osiris, y en el Nuevo Testamento se nos cuenta la historia, y aunque Judas, uno de los apóstoles, pues uno de los seguidores que ha sido un hermano de Jesús, quien lo traiciona. Es siempre el mismo relato, que va sobreponiéndose y salvando todo tipo de obstáculos hasta vencer, en ese renacimiento y en esa vida eterna. Pero también desde el punto de vista político, podríamos decir, Egipto siempre es un elemento básico en la historia de Oriente Próximo. No, solamente lo es ahora, pero por estos problemas con Gaza y la mediación que están haciendo para buscar la paz. 

Sin embargo, es cierto que Egipto siempre ha estado llevado por dictadores, ya sea Al Sisi ahora o Mubarak que es una democracia de aquella forma, lo que vemos en Egipto. No obstante, han servido una serie de intereses, aunque, no voy a decir que intereses políticos de Estados Unidos o de Occidente, pero ha servido de mediadores y también hay que reconocer ese papel. 

Mubarak, por ejemplo, gracias a él hasta que fue obligado a salir del Gobierno en el año 2011, la zona, pues, estuvo más o menos controlada, ya que servía de puente, de mediador entre las diferentes partes que pudiera haber en conflicto, en aquella época, mediando con Israel. Sin embargo, es curioso porque, por ejemplo, si sales a la calle en Egipto, Israel lógicamente es un país muy mal visto, y todo lo que sea judío, pues no está muy bien visto. Pero siempre los gobernantes de Egipto han tenido una excelente relación con Israel, o sea, adelantado un poco la espalda a su pueblo, aunque, no se reconoce, pero a ojos vistas es así y por la cuenta que les trae tanto a unos como a otros.

Incluso por la situación geográfica porque están al lado del Mediterráneo, el mar Rojo, el Nilo que es un río bastante extenso y luego la unión de Asia Occidental con África…

Nacho: Sí, ese es un país que sirve de puente entre Asia y África. Egipto comparte los 2 continentes, la península del Sinaí ya es Asia desde el punto de vista geográfico, y lo que es el Valle del Nilo es el extremo Oriental Nororiental de África. Entonces, pues ahí comparte, esa posición estratégica que la vemos ahora muy clara y también en la antigüedad lo fue. No obstante, eso es lo que también le sirvió, para estar más o menos en la antigüedad, no voy a decir que apartado de otras culturas, de otras civilizaciones, pero el propio desierto tan terrible que es el Sinaí, pues le permitió estar durante miles de años al margen de los problemas que había en Oriente Próximo. En la placa Sirio Palestina, las luchas entre grandes civilizaciones de Mesopotamia. Bueno, pues es cierto que los asirios llegaron a Egipto y los persas, y también, bueno, pues se hicieron de las suyas. Pero los egipcios también pudieron defenderse, y más o menos en todas ocasiones que fueron invadidos, pues más o menos estuvieron siempre independientes, al margen de todos esos problemas.

Me comentabas que de joven te costó un poquito identificar la simbología, pero la simbología marca un hito importante también durante estas épocas, especialmente el papiro que es dónde se escribía la información de entonces ¿Cómo ha sido introducirla en la novela?

Nacho: Sí, a ver, Egipto está lleno de símbolos. Hoy en día pensamos que, por ejemplo, la escritura jeroglífica es cierto que nos ayuda a entender el mundo de los faraones, pero, por ejemplo, cuando se dice de templos, de tumbas, hablando de las pinturas, de los relieves. Bueno, pues la decoración que tienen estos lugares no es decoración. Si los egipcios colocaban esas figuras y esos textos es porque tenían cosas que contar, no es para hacerlo bonito. El arte como elemento bello es algo que nace en Grecia y nosotros lo hemos heredado de allí. Es cierto que, tampoco lo iban a hacer feo. El arte egipcio es un arte que todo lo que sea estéticamente hermoso, pues van a ir por ese sendero. Pero no es un arte por el arte en el que busquen la belleza por encima de todo, sobre todo lo que intentan ellos es contar cosas por medio su partido.  

Y hoy, hay algunos ejemplos que han trascendido hasta nuestra época, antes comentábamos lo que hemos heredado de los antiguos egipcios y pasan desapercibidos y no los entendemos. Por ejemplo, cuando nosotros dejamos flores en la tumba de un ser querido que lo vemos como que las flores es un ser vivo, hermoso, bonito y es un gesto de cariño hacia el difunto, ¿no? Pero eso tiene un origen en el que ya lo empezaron a hacer los antiguos egipcios, porque el ramo de flores en la lengua de los antiguos egipcios se decía Agj, que es la misma palabra, que se utiliza para decir Anj vida. Es decir, cuando tú das un ramo de flores a un difunto, lo que estás haciendo es darle una ofrenda de vida. Claro, nosotros hemos perdido ese significado simbólico mágico. Sin embargo, nosotros dejamos solamente las flores porque es algo bonito, pero también tiene un trasfondo religioso mágico que viene del antiguo Egipto, que hemos perdido y que es hacer una ofrenda debida al difunto para que siga viviendo en ese más allá durante millones de años, como decían ellos, la eternidad hablaba de ella como si fueran millones de años. 

Entonces, todos esos elementos simbólicos, mágicos están muy presentes en la novela, cuando por ejemplo se borra un nombre o se restituye el nombre de cuando, por ejemplo, en la pirámide de Keops o en la pirámide de unas restaurando un poco en una inscripción el nombre de quién fue la persona que construyó ese monumento. No es que estén colocando un cartel, esto lo hizo fulanito no va mucho más allá, ¿no? La existencia de un nombre permite que sea leído, y que de esta forma exista, porque si tú no lo lees, no existe, y si tú no lo ves ahí, pues tampoco existe. De ahí viene un poco el concepto de Damnatio Memoriae, el borrado de la memoria que luego heredan los romanos.

No obstante, en la actualidad nosotros seguimos utilizando el quitar los nombres de las calles de gente que estaba vinculada al franquismo, a la dictadura, que no solamente es recuperar la memoria de otras personas, sino borrar la memoria de esas personas para que no existan. Todas las esculturas de Franco no solamente es quitarlas de ahí, porque me parece que se tira un dictador, sino que cada vez que pase ya no lo vas a ver, es decir, no va a existir, no vas a nombrar su nombre y de esta forma no va a existir. Aunque, por otro lado, es un juego que se retroalimenta y es un concepto mágico que inventaron los egipcios hace miles de años y que todavía hoy los seguimos utilizando porque no deja de ser un elemento no solamente faraónico, sino que es un elemento humano. Por ejemplo, cuando te separas de alguien porque te cae mal tu expareja y tal y le rompes la foto, ese símbolo va más allá de la simple separaciones, borrar esa imagen para que no se pueda recordar y no exista.

¿Con qué personaje te identificas de la trama? Aunque por la historia y el tipo de personaje es con Khamwaset…

Nacho: Sí, es un personaje muy desconocido y carismático, es considerado el primer egiptólogo de la historia. Me identifico con él precisamente por esos valores que el que él tuvo en vida. Sin embargo, no tendría ninguna necesidad de haberlo hecho y lo hizo porque es cierto que él colocó su nombre y el de su padre, pero los colocó porque estaba recordando y rehabilitando y reconstruyendo los monumentos de personas antes que él había estado allí. Él reconoció o se dio cuenta de la dinastía de su padre y él mismo no estarían donde están si no hubiera sido por esas personas que antes de Ramsés hicieron de Egipto algo grande. Y bueno, pues construyó la gran pirámide, unas, construyó la pirámide que tienen sacara, hay otros lugares, no la pirámide de Userkaf, la pirámide de Zoser que no aparecen en la novela mencionada. Pero también allí, hay casi en una docena de sitios que conservamos textos en donde Khamwaset dejó una inscripción recordando la importancia de sus soberanos y de muchos de los nobles y altos oficiales o príncipes que estaban en ese momento. Pienso que hubo una forma bonita de reconocer que quizás él no lo hacía tanto como podrían hacer hoy un egiptólogo, un arqueólogo, de recordar el nombre de una persona, para reconstruir la historia. Sin embargo, él lo hacía también por ese reconocimiento casi mágico de los ancestros, ¿no? De los seres que ya no están y que, gracias a ellos, pues Ramsés y en este caso el propio Khamwaset, estaba en donde estaban gracias a ellos y no había que olvidarlos, que también, es un poco lo que cuenta entre líneas la novela.

Incluye una gran esposa Real como es la Reina Nefertari qué también es descendente del otro lado, como bien se dice a lo largo de la historia…

Nacho: Sí, Nefertari ha llegado hasta nosotros, sobre todo por la tumba extraordinaria con pinturas increíbles que hay en el Valle de la Reina. Y, es curioso no, porque ella siempre aparece como la gran esposa Real Nefertari, Amada de Moot y todos los títulos que tiene para ver la tumba, sin embargo, no se menciona Ramsés II en ningún momento. Claro, eso es una cosa curiosa, que quizás no era necesario porque todo el mundo sabía quién era Nefertari, pero el nombre de Ramsés II no aparece en ninguna parte. No obstante, sabemos quién era ella es la única gran esposa real con esos títulos, porque aparece también en otros monumentos de Ramsés II, como el pequeño templo dedicado a la diosa Ator en Abu Simbel. 

Pero es llamativo y el hecho, por ejemplo, de que Ramsés II representara en la fachada de ese templo a su esposa Nefertari en el mismo tamaño que tenía él, porque normalmente las grandes esposas reales o las esposas mal llamadas secundarias, pues, eran representadas en un tamaño menor. En el arte egipcio es ese el concepto que tenían los faraones, pero Nefertari tiene el mismo tamaño que Ramsés II en el templo de Hathor, en el que ya nos está hablando de una mujer muy importante. Qué, además, se casaron antes, de llegar al trono, antes de que Ramsés II fuera coronado, ya estaba casado con Nefertari, por quien el sol brilla, dice en uno de los textos de la fachada del templo de Abu Simbel. Así que bueno, pues es una historia de amor, yo creo que muy bonita, que marca un poco también el hilo conductor de la novela.

Nacho, espero verte en Zaragoza firmando esta obra…

Nacho: Pues Fíjate, sí, seguramente sí estoy, estoy ahora agendando un montón de presentaciones y conferencias y bueno, en Zaragoza todavía no, no está en la lista, pero seguro que sí, seguro que sí, porque allí tengo un montón de amigos y si no es por una excusa y es por otra, acabaremos en Zaragoza. Así que además aprovecho también la tournée que siempre hago o con Ser Historia, el programa que tengo de radio en la Cadena SER. Y seguro que de aquí a fin de año o ya el año que viene, cuando sea, habrá una oportunidad, seguro, para hacer un programa allí.  Además, el Gobierno de Aragón me ha invitado en un par de ocasiones a hacer un pódcast y hacer conferencias ahí en Zaragoza y las dos últimas veces les he tenido que decir que no. Pues por compromisos de muchos viajes que estoy haciendo por Europa y otros lugares, porque soy Comisario de la de la exposición Inmersiva de Tutankamón, que ahora está en varias ciudades de Alemania, de Suecia, de Suiza, en Egipto, en Austria, en Brasil, etcétera. Y bueno, me lleva de allí para allá como el abanico de una tonta, pero tengo pensado ir a Zaragoza cuando ya tenga todo agendado precisamente para este tipo de actividades con las que me ha invitado al Gobierno de Aragón.

Por último, Nacho, ¿qué nos puedes avanzar de tus próximos proyectos?

Nacho: Pues sí, mira esto, yo no sé si debería de hacerlo, pero me da igual, lo podemos decir. Para otoño y pensando un poco también en la campaña de Navidad, va a salir un libro infantil, del antiguo Egipto para niños. Ya lo tengo entregado y ahora estamos corrigiéndolo para añadir dibujos, ilustraciones y tal. No obstante, es un proyecto muy bonito que en el que me he embarcado y que saldrá, pues, para octubre, noviembre de cara a la campaña de Navidad.

<<Para finalizar la entrevista, desde «Afondarenlacultura» damos las gracias a «Nacho Ares» por su tiempo y dedicación, también por su libro «La Sombra de Atón» y también estaremos atentos a sus próximos proyectos.>>

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