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<<Entrevistamos al artista vallisoletano Dulzaro, tras la publicación de su primer disco «Ícaro». Dulzaro, nombre artístico de Alberto Domínguez Buitrón, es un cantante español que fusiona ritmos e instrumentos tradicionales con sonidos electrónicos.Sus composiciones musicales, que fusiona ritmos e instrumentos tradicionales castellanos con sonidos electrónicos,​ tienen inspiración en la obra de Federico García Lorca. En 2021 presentó su proyecto musical con una versión de la canción tradicional «La tarara», donde unió el folk con la electrónica. Ahora en 2025, el vallisoletano ha publicado su primer disco «Ícaro»>>

¿Quién es Dulzaro para quien no conozca tu proyecto?

Dulzaro: Pues Dulzaro es un chico muy creativo que ama la música tradicional de su tierra, de Castilla y León, pero también la música tradicional de toda España, la música de raíz. Y también es un chico muy creativo, muy inquieto, que ha estudiado producción musical, entonces también tiene esas inquietudes de hacer música con las herramientas más actuales que tengo a mano. Pero, sobre todo, intento siempre ser fiel a mí mismo en este proyecto, tanto con lo que he estudiado desde chiquitito, que tiene que ver con la música tradicional, con las jotas y los ritmos de Castilla y León, como lo que he estudiado ya más de mayor, que tiene que ver con la música electrónica. Entonces, intento ser muy fiel a mí mismo y mezclar las dos a mi manera, de una manera muy personal.

Me comentas que has estudiado producción audiovisual musical. ¿Cómo llegas a la música, para explorar ese folclore de Castilla y León y al resto de España?

Dulzaro: Bueno, porque, al fin y al cabo, yo, como siempre digo, soy músico y amo la música, amo diferentes estilos. Y siento que, en esta profesión, como músico y artista, tienes que dar una visión de algo. Yo, en mi caso, como decías, soy muy creativo. Entonces no puedo solo reinterpretar cosas que existen, sino que necesito crear también con estas cosas que ya existen. Entonces, para mí es muy importante que también en este primer disco fuera 100% yo y fuera muy creativo por eso. Porque no solo estoy reinterpretando letras que ya existen o ritmos, sino, al fin y al cabo, también estoy componiendo letras. Aunque haya bases tradicionales, hay ritmos de seguidillas, de charros, que son ritmos binarios, ternarios… Pero, al fin y al cabo, yo lo que quiero, sobre todo, también es, como artista, decidir algo. Y creo que es muy importante, cuando comienzas un proyecto, saber tus referencias y saber lo que te inspira, pero también ser creativo y arriesgar. Y siento que este disco es 100% yo porque es muy arriesgado y también creo que es 100% yo porque es muy caótico. En cuanto a que te llevo por un viaje que he creado con estos diferentes ritmos, que hay espacio para bailar, hay espacio para emocionarte de manera muy intensa, hay espacios de tensión, de soltar dicha tensión… Entonces, es un viaje, como digo, muy personal que he preparado y que también es Dulzaro al 100%.

«La Penitente» de Dulzaro

Comenzaste publicando esos primeros temas “La Tarara” y “Córdoba”. ¿Qué recuerdos guardas de esos inicios?

Dulzaro: Pues tengo un bonito recuerdo porque, cuando uno empieza a hacer música, realmente tú empiezas con muy poco presupuesto o nada de presupuesto. Entonces, yo siento que esas primeras canciones que has nombrado… Para empezar, están grabadas en casa, están mezcladas y masterizadas en casa, producidas en casa, con un teclado y un micrófono de 30 euros. Unos inicios muy humildes en los que siento que estos tres no han pasado tanto tiempo, porque al fin y al cabo las saqué en el 2021, o sea, unos añitos atrás. Y sí que es verdad que siento que, una vez que las saqué, que empecé ya a girar, empecé ya a formarme como músico, a dar conciertos y, evidentemente, a trabajar ya con gente mientras el proyecto crecía. Además, empecé a invertir también más en el proyecto. Pero siento que no ha cambiado en el sentido de que, al fin y al cabo, yo las canciones de este disco las he empezado en mi casa y luego ya he ido a trabajarlas en estudios con gente, pero tienen también ese inicio de mucha creatividad y de soledad también, porque al fin y al cabo cuando hago música empiezo solo y luego ya voy incluyendo productores. Además, siento que en esos inicios hay mucha ilusión, hay poco presupuesto, pero mucha ilusión, mucha creatividad y ninguna presión, porque yo, cuando hice esas canciones, empezaba el proyecto, pero no lo conocía nadie. Entonces, ahora ya el proyecto va creciendo, pero en ese inicio era sin ningún tipo de presión. Y luego ya, cuando vas uniendo gente al proyecto, pues evidentemente hay unos tiempos y hay cosas que no dependen de ti, ¿no? Cuando sacas música o cuando tiene que haber un orden, ¿no? Pero cuando yo saqué esas canciones era un Dulzaro, el más Dulzaro posible de que estaba yo solo, vamos, en el proyecto, que no había nadie más que yo.

Ahora has publicado tu primer álbum “Ícaro”, ¿desde cuándo llevas escribiendo y componiendo esta nueva etapa?

Dulzaro: Pues este disco, mira, comento siempre que es muy caótico. Realmente, cuando empecé el proyecto y empecé a girar, he parado de dar conciertos y cuando ya me empiezo a dedicar a ello, tampoco te puedes permitir parar, ¿no? Siendo un músico, hoy en día, tu objetivo es tocar y ganarte la vida tocando. Entonces yo tenía muy claro que este disco lo tenía que hacer en los momentos que han sido muy pocos en los que no tuviera conciertos. Realmente empezó con “Jota de la Luna”, que fue la primera canción que saqué de este disco hace dos añitos. Era en verano, del 2023. Y, a partir de ahí, como que yo mismo tomé esa dirección creativa y como productor, que tenía que ir por esa línea, que me tenía como mucho afianzar a lo que tengo a mi alrededor, a mi contexto, que es el folclore de mi tierra. Todas las canciones del disco o son reinterpretaciones de cosas tradicionales de aquí, de Castilla y León, o son cosas que yo he compuesto basándonos en estos ritmos. Como que quería centrarme mucho en mi tierra, Jota de la Luna fue el inicio.  Asimismo, todo el disco lo fui creando y maquetando mientras estaba de gira. Por eso digo que el disco es muy caótico, porque yo cuando lo hice estaba siendo muy caótico, porque cuando estás de gira duermes poco, tienes a lo mejor algunas semanas libres, luego tienes tres conciertos seguidos, luego cinco conciertos seguidos, luego vuelves a tener a lo mejor tres semanas libres. Entonces, no lo hice como a lo mejor hacen muchos artistas que a lo mejor se tiran tres meses o cuatro y se van a una casa rural con productores o se van al estudio. Yo, en mi caso, lo fui maquetando de gira y en los últimos meses ya fui cerrando las canciones. Por tanto, fue un disco hecho con mucho cariño, pero también con mucho movimiento de empezar una canción, de procesarla a lo mejor a las tres semanas, volver a retomarla, luego a los tres meses volverme a meter en el estudio durante cinco días, así que fue hecho estando de gira. Siento que es el disco que quería hacer y que me ha llevado mucho trabajo durante mucho tiempo. Han sido casi dos años de muchas decisiones creativas, de intentar mimar hasta el último detalle, pero a la vez de crearlo en la locura que supone estar en la gira anterior, la gira de Jota de la Luna. 

«Jota de la Luna» de Dulzaro

Como me estás comentando que te basas a Castillo y León, en esa tradición, ¿qué nos quieres transmitir? ¿Cuál es el hilo conductor que tiene el disco?

Dulzaro: Pues he intentado que la figura de Ícaro fuera como lo que yo me llevo de ella. Sí que es verdad, que es una tragedia, todos la conocemos, es una tragedia griega. Pero yo, sobre todo, he querido tomar esa sensación que nos enseña de rebeldía y de intentar romper con lo que le dice su padre, que no se acerque al sol, que se pueden quemar las alas y vuela muy arriba. Siento que todas estas canciones tienen alas en el sentido de que están enraizadas en la música tradicional y están basadas todas en ritmos tradicionales, aunque en algunos casos lo digo, como pueden ser Seguidillas o Jotas. En otras, por ejemplo, como Un Labradorito o La niña de la arena, son ritmos charros de Salamanca y de algunas zonas de Zamora, o también hay un fandango de Segovia. Todas ellas, el hilo conductor, más allá de una lírica que también la hay, que es una lírica tradicional, de letras tradicionales de Castilla y León, la mayoría, para mí lo más importante es la valentía y la rebeldía que tuvo él de querer volar, aunque luego le saliera mal, aunque luego fuera una tragedia.

Entonces, yo con estas canciones he querido un poco hacer eso. Para mí, Ícaro es un personaje a través del cual yo canalizo toda esta sensación y ganas de romper con todo lo que he venido estudiando estos años de la música tradicional y con este personaje, Ícaro, me lo permito romper. Diría que con Jota Luna ya venía avisando: con la luna, madre, con la luna iré, con el sol no puedo, que me quemaré. Como que ya hay algo que yo abrí un camino y tenía como la idea del disco que se llamase Ícaro. Con esa canción y sobre todo que estuviera conectado en el sentido de esta sensación de rebeldía, hay muchas letras que tienen que ver con cantos de trabajo, como puede ser de amasar el pan, de vendimia, de muchos oficios que había en los pueblos. Por tanto, diría que la base es la música tradicional de Castilla y León y es como la esencia, pero luego tiene esas alas de Ícaro y esas ganas de romper y esas ganas de rebeldía que tienen que ver más con la música electrónica y más con otros ritmos más actuales.

Estás hablando de este personaje de Ícaro, la leyenda, ese soltar las alas, pero ¿cuánta introspección tiene este disco de ti? ¿Cuánto hay de Dulzaro?

Dulzaro: Diría que me ha llevado tres años casi hacerlo, porque por mucho que diera conciertos, para mí un disco siento que tiene que ser 100% uno mismo. No obstante, tú tienes que estar, y sobre todo el primero, que este es mi primer trabajo, que yo lo digo a la gente, digo, sí que es verdad que llevo tiempo en el mundillo y dando conciertos dos, tres años. Pero no hay que olvidar que este es mi primer trabajo, es mi primer disco, aunque haya sacado algunas canciones sueltas, entonces quería tomármelo con el cierto tiempo que necesita hacer un disco así y sobre todo eso, que represente al 100% musicalmente quién soy en este momento. Creo que en el disco hay letras muy honestas, hay letras que he compuesto yo que tienen que ver mucho con mi infancia, con momentos a lo mejor que me han hecho bullying por ser quien soy, por cantar de esta manera, por ponerme faldas, que está representado en el disco y eso quizás no son letras tradicionales.

Entonces, intento mezclar esas letras tradicionales con cosas de mi propia autoría que tengan que ver conmigo también, como por ejemplo “Ícaro”; ya hablo en este caso de esta mujer que se ríe de mí porque me pongo una falda, pero yo la contesto, luego por ejemplo “Un Labradorito”, es una relación de dos labradoritos en el pueblo que les da igual lo que piensan los demás y eso son cosas que tienen mucho que ver conmigo. Y, que también a nivel musical yo me he quitado muchos prejuicios he intentado que también hubiera humor, que no fuera todo tan denso, porque cuando empecé con este proyecto sí que me gustaba mucho, como que no permitía la comedia o el humor en las canciones, sino que solo permitía la oscuridad, la poesía.

No obstante, siento que el Dulzaro de ahora y que está en este momento y que saca este disco es un Dulzaro mucho más versátil y un Dulzaro mucho más abierto a un disco que es 100% yo. Porque digo que, como todo en la vida, hay momentos de diversión, momentos de locura, luego hay momentos más de introspección y he querido representarlo en este disco, que hubiera ese viaje. Entonces creo que es un primer disco completo, por eso, porque enseño todas las aristas que tengo yo ahora mismo en este momento y que siento que soy y que me ha llevado tanto tiempo también descubrirlo.

«Ícaro» de Dulzaro

Cómo feeckback me que con “Vengo de Moler”, “La niña de la arena”, “Veinte duros” y “Seguidillas del molino”

Dulzaro: Qué bueno. Y también siento que, por ejemplo, “La niña de la arena”, al fin y al cabo, es una canción con una producción muy exquisita, con muchos sonidos hechos a medida, de que están pasando, parte de un charro. Luego hay un rapero de Valladolid, Eric Urán. Yo creo que en las canciones y en las colaboraciones se ven también esas ansias que tengo de romper con lo que me han dicho, quizás. Oye, pues, colaboraciones del mundo tradicional. Sí, ya canto con gente muy tradicional, pero también creo que es muy bueno que un rapero del que soy súper fan esté en un charro, o David, el de la moda, en este corrido, Vengo de Moler. Aunque, siento que también hay riesgo en esas canciones porque al fin y al cabo son gente que no está dentro del mundo tradicional. Que a lo mejor de primeras la gente no… si tú las expones o yo, sí, esas ideas pueden parecer locura, pero también siento que mi proyecto es eso, que hay que tener riesgo y hay que apostar. Por tanto, he querido apostar por gente de la que admiro y de la que he aprendido grabando estas canciones y sobre todo eso, crear un viaje muy personal con el que yo esté 100% seguro, porque este disco lo escucho yo también como oyente. O sea, yo también me disocio y ahí me doy cuenta de si he hecho un disco que yo quiero escuchar si también fuera fan de Dulzaro. Eso es lo que a mí me gusta, que yo el disco lo disfruto escuchándolo también como fan. Y por eso también he hecho un disco que quiero compartirlo para la gente, pero también eso para mí, por eso te digo que es 100% yo, porque yo también lo disfruto. Lo he disfrutado haciéndolo, pero lo disfruto también escuchándolo ahora.

De hecho, no estamos acostumbrados a escuchar los sonidos de nuestro propio país. Estamos acostumbrados a escuchar reggaetón y todos estos ritmos, pero a los que son tradicionales no estamos acostumbrados…

Dulzaro: Totalmente, yo creo que hay mucho de fuera y creo que es muy bonito, también que se fusione todo. Como digo, para mí, pienso que la clave de lo que hago, como yo siento que a nivel creativo me emociono y tengo esa chispa, es cuando empiezo a mezclar cosas y fusiono, porque me sorprendo. Entonces yo, cuando veo que me sorprendo, ahí es donde quiero trabajar. Para mí es muy bonito que vengan cosas de fuera y que escuchemos cosas de fuera, porque también yo las valoro. Cuando empecé a escuchar música de pequeño, pues escuchaba mucho David Bowie, mucho Michael Jackson, también Joaquín Díaz y mucha música tradicional, pero nunca había una separación o nada es mejor que nada. Simplemente, escuchábamos cosas sin juzgar, lo que nos gustaba, a mis padres, a mi hermano, pues eso, Eliseo Parra, Vanessa Amuela, pero también David Bowie, Elton John, Michael Jackson, mucha música también de aquí, Alejandro Sanz. Por lo que hay muchas referencias que yo he vivido y por eso también yo siento que la música, como consumidor, no tengo prejuicios. Para mí, la música, cuando estudias música clásica o cuando estudias música, la música es música y son partituras. Luego ya están los estilos, que es como todo, hay cosas que conectan más contigo, otras que no, pero sí que intento vivir la música, disfrutar y poder degustar todos los estilos. Y, también yo creo que se ve en mi proyecto, que no solo me quedo en un sitio, sino que partiendo de lo tradicional, intento mezclar e intento no tenerle miedo a la mezcla desde otras cosas.

«Un Labradorito» de Dulzaro junto a Mondra

Me has mencionado también que eres fan de Eric Urano, pero has colaborado también con Mondra, David o Castorak, ¿cuál es el aprendizaje que te llevas de estas colaboraciones?

Dulzaro: Pues fíjate que yo no había colaborado con nadie y empecé a hacerlo, empecé a hacerlo un poco por, me acuerdo, creo que la primera fue, si no recuerdo mal, la primera colaboración creo que fue la de David Ruiz; el cantante de La Moda y aprendí muchísimo con él en el estudio, verle cantar, verle trabajar, cómo él entraba hacia las tomas, buscaba también la emoción, no se quedaba en las primeras tomas, sino que quería trabajar, pulir la canción. Siento que con todos los que he trabajado, con estas personas, artistas, me llevo diferentes cosas y es una cosa que era totalmente nueva para mí porque no había colaborado con nadie en canciones. Sí que había hecho cosas en directos, en conciertos, pero nunca así en el estudio y me siento muy afortunado, sobre todo porque es mi primer disco. Realmente, yo llevo muy poquito tiempo haciendo música y que estos cuatro artistas hayan querido trabajar conmigo y en esta propuesta, pues me siento muy afortunado también de que estén en este primer disco, porque al final es algo bonito y me inspira y verles a ellos trabajar me inspira también.

Creo que David Ruiz también ha hecho de productor, junto con otros productores más que están en el disco…

Dulzaro: Sí. Sí, en la canción que tenemos juntos Vengo de Moler, me acuerdo de que vino a casa, yo tenía como una maqueta, le enseñé dos canciones que eran muy parecidas, dos canciones tradicionales que eran parecidas en cuanto al ritmo eran dos corridos y además ese ritmo es un ritmo que no es fácil de cantar por la métrica que tiene, el compás y me acuerdo de que le gustaron los dos. Después, tiramos más por este, por este Vengo de Moler y yo tenía como una maqueta hecha, entonces él, como que ya fue tomando decisiones a nivel de producción donde me gustaría esto, esto se tiene que repetir, aquí podríamos meterle un cambio. Entonces, para mí no solo vino al estudio y cantó, sino que hubo un trabajo con él, él y yo de preproducción de la canción y de postproducción una vez que la trabajamos luego con un productor de Barcelona, con Pau Ayuqui. Y siento que al fin y al cabo íbamos buscando eso, lo mejor para el tema, no nos conformábamos con las primeras cosas que nos venían sino siempre como puliendo la canción y ver hasta dónde podía llegar y también por la experiencia que tiene él de discos y hacer temas, al fin y al cabo, son muchos años. Entonces sí, yo por eso también en los créditos le he puesto el productor porque para mí es importante, si una persona, aunque haga cualquier cambio dentro de la estructura, ya que, para mí no es tan importante la cantidad de cosas que se hacen en una canción sino el que se hace y si una persona ella cambia cosas o compone cosas para mí ya está como productor o como compositor. Si yo tengo que enseñar una canción a un amigo y ya me cambia una letra y me dice, «oye, esto puede ser mejor así, aunque sea tres notas». Lo que me cambió o una palabra ya está como compositor porque ya está variando el tema. Entonces, yo con eso siempre intento que en los créditos esté toda la gente que ha hecho algo a nivel creativo.

«Vengo de Moler» de Dulzaro junto a David Ruiz

¿Cómo ha sido buscar el folclore, el charro, la jota, estas cosas para plasmarlo en la música?

Dulzaro: Bueno, yo empecé con estos ritmos, el primero fue la jota en la escuela de Aranda. Hay una escuela en Aranda de Duero en Burgos de folclore y allí es donde aprendí a bailar jotas y donde aprendí un poco los ritmos. Es verdad que la jota quizás es el más famoso, pero hay muchos más, como intento mostrar en el disco. Básicamente en la escuela los fui aprendiendo también con Vanessa Muela, tuve unas clases con ella, luego también voy a clases de pandereta. Entonces, estás un poco metido en el mundo del folclor y al fin y al cabo los vas descubriendo. Sí que es verdad que fuera del mundo del folclore, como que no hay más allá de la jota, como que la gente solo conoce esa palabra y es como lo relacionan todo con eso. Entonces, para mí también el trabajo es ese de decir: «oye, todos estos ritmos, el acechao, las seguidillas, los charros, el corrido, el corrido maragato, todos estos ritmos están en el disco y hay que darles valor». Pero bueno, también como que siento que yo con mi disco quiera educar, porque al final no hago un disco para educar a la gente, hago un disco para entretener y para emocionarte. O sea, para mí el objetivo del disco es emocionarte. Para mí los ritmos y los ritmos los tengo yo, porque es mi base y es lo que yo he estudiado, pero no espero educar al oyente. Sí quiere aprender de ello, genial e informarse sobre los ritmos, genial. Pero mi disco no está hecho para educar, está hecho para emocionar.

¿Cómo ha sido el diseño de la portada? ¿Y qué tal ha sido grabar los videoclips?

Dulzaro: Pues trabajando con creativos, los videoclips son también como una inversión muy grande de tiempo, económica. Entonces, intento cuidarles mucho. Tampoco tengo muchos videoclips, pero los que tengo me gusta cómo hacerlos bien, porque es mi imagen, entonces intento eso, cuidar mucho la imagen. Y luego también la portada ha quedado como un cuadro. Creo que es un trabajo, pues eso, como una obra de arte. Si cuido tanto las canciones y la música y con quién trabajo, ¿cómo no lo voy a cuidar a nivel visual también la portada y los videoclips? Por tanto, son cosas que requieren mucho tiempo y mucha inversión, pero creo que vale la pena invertir en ello, porque al fin y al cabo es tu trabajo. Aunque, para mí lo visual es igual de importante que lo musical. 

Si tuvieras que identificarte con tres canciones tuyas, ¿cuáles serían y por qué?

Dulzaro: Diría que todos me representan y por eso he hecho este disco. De hecho, he dejado canciones fuera que quizás no me sentía tan relacionadas con ellas. No que no me gustaran, sino que en este momento no eran una tal calcamonía de quién soy yo. Diría que es muy difícil escoger, porque todos me representan, pero creo que las colaboraciones son mis favoritas, porque es donde más he aprendido y donde más también hay una valentía de colaborar con gente y salirte y arriesgar. Yo, por ejemplo, la canción que tengo con Mondra, la de “Un labradorito”, me encanta. Es una canción divertida, es una canción que está gustando mucho a la gente. Siento que yo me había puesto en esa tesitura. A lo mejor había hecho un poco con Ajechao, con otra canción que saqué el año pasado, pero no me había tomado con tanta comedia a mí mismo. Incluso para rapeo un poco y utilizo una letra así con humor. Siento que me han enseñado eso. Igual que te tomas con humor en la vida real, lo puedes hacer con tu arte. No todo tiene que ser super repensado ni con unas letras super profundas, sino que hay cabida también para el humor en tu música. Por ejemplo, a mí esa colaboración al principio me daba miedo, porque no me veía. No es que no me veía, es que no había hecho algo así, entonces no sabía cómo iba a realizarlo. Pero una vez que hice la canción, empecé con los productores a hacer la canción. Dije: «ostras, me está gustando mucho y me encanta ese riesgo». Igual que con la de Eric Urano, ¿cómo voy a meter un rap en este ritmo, o esta letra tradicional que tenga sentido con él? Creo que las canciones que más riesgo hay son las que más me gustan, porque son de las que más he aprendido. Yo te diría que la de “Vengo de Moler”, la de “La niña de la arena” y la de “Un Labradorito”, incluso de “Ícaro” también, creo que son donde más riesgo he tomado. Pero es que yo pienso que, en todas, porque, por ejemplo, también Levantate morenita, que es un himno aquí en Castilla y León, que es una canción tradicional. También es una canción que no suena a la canción tradicional que es, sino que he aportado tanto personal que al fin y al cabo ya es mi canción, aunque respete la letra y la melodía. Entonces, pues en todas, como te digo, es igual que durante el día y tenemos diferentes momentos, pues cuando vas al gimnasio, cuando te vas a dormir, cuando estás leyendo, cuando cocinas, todo el disco son diferentes partes mías que son yo. Por tanto, no sabría cómo escoger una, porque en todas son eso, todos soy yo.

«Levántante Morenita» de Dulzaro

¿Qué nos estás preparando para los directos?

Dulzaro: Pues en el directo va a haber, estoy cuidando mucho todos los aspectos este año, porque tanto la iluminación, el baile, la música, momentos más acústicos, momentos más electrónicos, ¿no? Por tanto, siento que este año por fin puedo llevar un directo en el que esté todo, sobre todo cuando voy con los bailarines y cuando voy con el formato completo; está muy hecho para que el espectador se emocione y emocionarse no solo es de que te ponga los pelos de punta, sino que te emocione en todos los sentidos. En este viaje de que hay momentos en que digas wow, que te ponga los pelos de punta, ojalá, o cierta lágrima, porque una letra te recordaba algo que te cantaba tu abuela, pero también hay momentos de euforia y hay momentos de locura. Por tanto, pienso que estoy cuidando este año mucho todos estos detalles de luces, de baile, de que sea un viaje, igual que el disco es un viaje, pues que el directo lo sea también. Entonces, creo que es la gira esta que acabo de hacer en febrero y creo que es la que más mimo le estoy poniendo. Por eso, porque ya hay un proyecto, no solo es como antes que fuera a tocar canciones o un espectáculo, ahora ya hay un sentido detrás, más allá de las canciones.

Por último, Alberto, ¿qué nos puedes avanzar de tus próximos proyectos?

Dulzaro: Pues me gustaría seguir haciendo música, aprendiendo, con productores. Además, me gustaría seguir evolucionando el proyecto y me encantaría colaborar con gente también, tanto del mundo tradicional como de otros mundos musicales. Entonces, este año es 100% la gira de Ícaro, quiero centrarme en eso porque es un disco que le he dedicado mucho tiempo y siento que este año por fin estoy vendiendo mi primer disco y ya la gente se puede llevar esa parte de mí. Pero evidentemente soy muy creativo y sigo haciendo música, por lo que vendrán muchas cosas, pero de momento me quiero centrar en el disco, en la gente y en que tenga mucha duración antes de pasar a lo siguiente, porque ahora vivimos en un mundo super loco, dónde todo dura muy poco y es muy efímero. Por tanto, yo quiero cuidar durante este año y del año que viene también darle la duración que se merece el disco.

<<Para finalizar la entrevista, desde «AfondarenlaCultura» damos las gracias a «Dulzaro» por su tiempo y dedicación y sobre todo disfrutar de su nuevo álbum «Ícaro» y estaremos atentos a esos próximos proyectos.>>