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0 <<Entrevistamos a Ombligo formado por Ángel Cáceres (Guitarra y silbido) y Ana Sobrino (Voz, violín, charango). Su origen en los vagones del metro de Madrid, donde Ángel y Anika se conocieron a finales de 2015. Hicieron un pacto y decidieron unir, sin límites, su diverso imaginario musical. Desde entonces no han parado de componer y de dar conciertos por toda España, Portugal, Italia y Cabo Verde, pasando por espacios emblemáticos como el Teatro Circo Price o la Sala Galileo Galilei.>>
¿Quiénes son Ombligo para quien no conoce vuestro proyecto?
Ángel: Ombligo nació siendo un dúo madrileño, formado por Ana Sobrino (Anika) (Voz, violín, charango) y Ángel Cáceres (Guitarra y silbido). Nos dedicamos a hacer nuestra propia música en la que se mezclan varios estilos musicales, como pueden ser Gypsy Jazz, Bolero o música clásica o el rock progresivo.
¿Cómo surge el nombre de la banda?
Ana: En realidad el nombre cuando no es demasiado rebuscado, pero nos llamó la atención el concepto de “Ombligo”. La curiosidad de que cada persona tiene un ombligo de una forma diferente, como el origen del todo y la simbología que tiene y la variedad que pueda tener, nos gustaba la idea y para mí no haya nada más profundo que eso.
Comenzáis con vuestro primer álbum “Banda Sonora para una Película que no existe” ¿Qué recuerdos tenéis de este primer disco?
Ana: Pues muy buenos recuerdos, la verdad. Fue nuestro primer disco grabado y producido en un estudio con instrumentación diferente que era a la del directo, muy buena experiencia y nos ha traído muchas cosas buenas desde entonces.
¿Qué tipo de ritmos tocáis? Vuestra música es diferente y tocáis diferentes instrumentos frente al primer álbum…
Ángel: Sí, la verdad es que es un disco musicalmente distinto respecto al primero. Se podría decir que el anterior bebía más de Gypsy Jazz como punto de partida. Sin embargo, en este nuevo álbum, desde el anterior que han pasado tres o cuatro años, hemos ido incorporando toda la música que hemos ido escuchando y si hay diferente música.
Ana: Justo en este álbum hay mucha variedad de ritmos, es como si fuera un poco World music en ese sentido, además, bebe de diferentes lugares, pero también cada canción tiene su toque.
¿De dónde viene vuestra fuente musical? ¿Qué ritmos os gustan?
Ángel: Depende de a quién le preguntes, por qué hay de todo. Lo bonito de este grupo es que aunque Anika y yo compartimos un montón de influencias, después cada uno tenemos las propias y se ve plasmado en el disco. Yo en lo personal me gusta mucho el Rock progresivo de los años 70, véase Frank Zappa o Magma, pero, además, me gusta mucho la música clásica que es un gusto que comparto con Ana.
Ana: Ombligo bebe de muchos estilos y muy variables entre ellos, por eso también el grupo es muy variopinto porque no, nos cerramos a ningún estilo y somos de experimentar bastante.
Ahora presentáis “Intrépido viaje a velocidad cero” ¿Desde cuándo y cómo surge este nuevo disco?
Ana: Surge desde la cuarentena, o sea más o menos tres años. Comenzamos a componer las canciones así en la cuarentena y a lo largo de los dos siguientes estuvimos produciéndolos y grabándolos por lo que hemos ido haciendo.
¿Cuántos instrumentos hay en el álbum y cuántos tocáis?
Ángel: Yo toco Guitarra, Guitarra eléctrica, toco un poquito de Banyo y el Bajo también y silbar.
Ana: Yo hice Violín, Charango, Guitarra, Castañuelas.
¿En qué os basáis para poner letra a unos temas y otros no?
Ángel: Lo bueno de este disco es que todas las letras son de Ana.
Ana: En realidad no hay un momento para elegir si poner letra o no al tema, sino qué la canción nace con letra ya. Las canciones que llevan letra son porque salen ya desde la idea preestablecida, aun así, no somos un grupo que piense mucho como vamos a hacer una canción antes de hacerla, sino que surge sobre la marcha. Se trata de una composición más natural, por lo que no tenemos un punto sobre la decisión de si una lleva letra o no. Es como qué se eligen a ellas mismas las canciones, digámoslo así.
¿Por qué Sáhara tiene dos partes?
Ana: “Sáhara” en realidad es un tema solo. Y la dividimos en dos porque era muy larga.
Ángel: Aparte de que es muy larga, está muy diferencia una parte de otra. También fue un poco la decisión de cara a que si alguien quiere escuchar ese tema para que no tenga que escuchar dos minutos de introducción, así que lo dividimos en dos, por qué pensábamos que era más cómodo y que musicalmente pega como dividirlo.
Vuestros videoclips son como para rodar una película ¿Cómo os lo montáis? ¿Por cierto, qué tal el día del aeropuerto?
Ángel y Ana: (Entre risas)
Ana: Fue muy divertido, pero muy cansado también.
Ángel: Nos hicimos ida y vuelta a Venecia en el mismo día.
Ana: Estuvimos cinco horas en Venecia. Comimos una pizza antes de irnos.
Ángel: Casi perdemos el avión, pero estuvo muy bien.
¿Habéis pensado en juntar vuestros vídeos y montar un corto?
Ana: Pues no. Pero yo creo que si hiciéramos vídeos más vacilones como el de Caos planificado estaría gracioso.
Ángel: Nos hemos vuelto un poquito más serios.
Ana: Me gustaría poder hacer otro vídeo como fue Caos Planificado, ya que fue muy divertido ese videoclip. Con el tema de La Zíngara también se pueden hacer cosas muy interesantes y da un muy buen rollo como “Caos Planificado”.
Os han comentado que vuestros temas pueden servir de terapia musical?
Ángel: En realidad sí, por ejemplo, con el tema de “Aire” una canción que hicimos en el primer álbum. Generalmente, gusta mucho por su mensaje, su armonía o todavía no conseguimos saber por qué es, pero sí que puede servir un poco a nivel de auto terapia porque es una canción con la que uno se puede sentir muy fácilmente representado y es un tema muy esperanzador.
Ana: Sí, nos han llegado mensajes de a gente que le ha ayudado la música para abstraerse del mundo. Yo pienso que también este tipo de canciones, que no tienen letra en ese sentido porque posiblemente no haya tanta costumbre de escuchar música instrumental y sí que te da muchísimas posibilidades. Al final con la letra conectas o no conectas porque ya tienes la letra, sin embargo, la instrumental te da pie a pensar tu propia letra dentro de tu cabeza.
Ángel: Otro tema así qué también puede producir una catarsis, por así decirlo es el de “Hoy no tengo nada que hacer” yo creo que también es de la misma fuente que “Aire”.
¿Qué evolución sentís desde el primer álbum?
Ana: Yo creo que hemos evolucionado mucho, ya que hemos ido aprendiendo y creciendo a la vez. Para mí este álbum es mucho más maduro que el anterior.
Ángel: Yo también suscribo eso de la madurez, pero pienso muchas veces que lo de la madurez es porque te sientes más identificado con el momento musical en el que te encuentras y en el momento en el que lo haces y muchas veces se tiende a ver el anterior disco como peor que el actual. Este disco es simplemente el resumen de la música y la cultura que estamos actualmente escuchamos y por eso nos sentimos más representado con este álbum. El que sea más maduro o no es un término más ambiguo.
¿Qué tal la experiencia de tocar en el Teatro Eslava?
Ángel: Pues maravillosa la verdad. Ha sido un desencadenante de siete años dedicándonos a este proyecto y la verdad fue muy bonito porque, además, se llenó el Teatro. Fue un acto muy importante para nosotros, de cara a que vemos que el proyecto va mejor, al público le gusta más, así que como músicos solamente podemos estar más que agradecidos y contentos.
He visto una colaboración en “Hoy no tengo nada que hacer” con A. Pena ¿En vuestro proyecto cabría colaboraciones? ¿Con quién os gustaría?
Ana: La colaboración es con Lapena, anteriormente estaba mal puesto en Spotify. En el disco solamente hay esta con este grupo, pero sí que va a haber más adelante, que irán saliendo en los siguientes meses, las cuales no podemos desvelar.
Si tuvierais que definir con tres temas vuestros ¿Cuáles serían y por qué?
Ángel: A mí me hace gracia definirnos con temas nuestros. Ombligo tiene la parte bonita que es “Silencio” de este último disco, es una canción más tierna, más prestada a la voz, más prestada a la canción. Sin embargo, después tienes temas como “Loca Cuarentena” que realmente es como más esquizofrénico. Entonces mola definirlos como esos dos extremos, porque realmente entre esos dos extremos hay un abanico de grises en el medio que para mí son los dos temas que elegiría.
Ana: Yo había pensado también entre “Canto” y “Loca Cuarentena” así también para definir los dos términos y como punto intermedio pondría a “Sáhara” o “La Zíngara” como algo más tranquilo de Ombligo.
¿Qué nos estáis preparando para vuestros directos?
Ángel: Pues mira, hay bastante novedad con respecto a lo que hemos ido haciendo, porque hasta ahora el formato que íbamos haciendo era a dúo o en ocasiones puntuales a trío. La idea para este año es ir lo máximo posible con banda. La banda es un poco ambigua porque no tenemos un número definido de músicos, pero sí intentar ir con un número mínimo de 4 o 5 músicos.
Ana: Y mínimo, mínimo iremos a trío y bueno, también en algunos temas va a haber guitarras que es algo novedoso.
Por último, ¿Qué nos podéis adelantar de vuestros próximos proyectos?
Ángel: De momento estamos disfrutando el haber parido este segundo disco. Yo personalmente, ya tengo ganas de ir a por el tercer álbum, tenemos ya bastantes ideas y mucho trabajo por hacer, además de tener muchas ganas de comenzar a componer. Lo que ocurres es que ahora viene la época en la que te tienes que hinchar a tocar, no viene tanto la de sentarte a crear, pero bueno entre unas y otras.
<<Para finalizar la entrevista, desde «AfondarenlaCultura» damos las gracias a «Ombligo» por vuestro tiempo y dedicación y sobre todo disfrutar de su nuevo álbum «Intrépido viaje a velocidad cero» y estaremos atentos a esos próximos proyectos.>>
