La nueva producción discográfica de la compositora e intérprete cubana española Liuba María Hevia, valida lo que ya se ha reconocido en su obra, y es la capacidad de diferenciar cada uno de sus discos. Este es quizás el ejemplo más elocuente de una virtud que caracteriza su trabajo: la incursión por diversos géneros. Pero, además, en esta producción hay un acercamiento a ambientes electroacústicos y mayor presencia de las sonoridades caribeñas. Liuba vuelve a defender la utilización coral en muchos de sus temas y lo hace como es habitual con exquisito gusto. Los arreglos son inmejorables y los músicos que la acompañan de estatura mayor.
Sin embargo, lo más importante de esta producción son las refinadas, pero no por ello menos contagiosas melodías y la profundidad de las letras creadas por la autora. Nos encontramos ante una Liuba más intensa y madura, defensora de valores de gran calado como son el amor y la belleza. Esta última producción de Liuba marca un punto de inflexión en su carrera que la coloca sin lugar a duda, en lo mejor de la tradición trovadoresca y cancionística cubana, pero también se vislumbra una mirada más universal.
El álbum contiene quince canciones, en él han trabajado siete jóvenes arreglistas. Hasta el momento se han editado como adelanto: “Valga que sé, valga que soy” en la que cuenta como invitada de excepción, con la diva de Buena vista social club, Omara Portuondo. “Cráter de luna” y este tercer single “Ciudad de lágrimas”.
Un trabajo coral muy cuidado a cargo de tres voces jóvenes. Ha contado con Javier Valladares en la grabación y la mezcla y masterización han corrido a cargo de (el reconocido con un Grammy) Orestes Avila. La portada del disco ha sido obra de Lidia Morales sobre el diseño original de Marga Villaverde. Dirección y producción general: Liuba María Hevia.
Pero, sin embargo, se manejaban diferentes títulos distintos para este álbum: “Besos de café”; “Relámpago verde” y “Tatuaje en mi voz”. Según nos cuenta la artista:… finalmente apareció “Para volverte a ver” que es una canción muy noble, muy de confesiones, en medio de aquel momento abrupto de la pandemia. Es una de las primeras que escribí, encontrándome sola en mi casa con mi perro y en medio de situaciones extremas, incluso desde el punto de vista sentimental y creo que esa era la canción que correspondía, para nombrar todos los “hijos” que participan en esta casa, que es este disco…
<<Desde «AfondarenlaCultura» tuvimos la oportunidad de «entrevistar» a «Liuba María Hevia» en Afondar, y que a los que invitaremos más adelante, para una entrevista más personal y que nos cuenten como ha sido su grabación del nuevo álbum «Para Volverte a Ver» y que nos cuenten sobre sus próximos proyectos.>>