<<Entrevistamos al autor Joaquím Molina, tras la publicación de su nueva novela «Angelicus». Joaquín es profesor de Historia y escritor. También imparte cursos de verano para docentes en el Colegio de licenciados de Cataluña. Ha participado en ciclos de conferencias sobre diversos episodios de divulgación histórica y literaria organizados por la red de bibliotecas de la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Badalona. Como escritor ha publicado las siguientes novelas en el ámbito de la temática histórica en lengua catalana: La Rosa entre els Llops (Premio Néstor Luján de novela histórica), Els ulls d’Al. là y Tast d’estrelles. En el campo de la narrativa juvenil ha publicado El Projecte.>>

¿Quién es Joaquín para quién no conoce su proyecto?

Joaquím: Bueno, yo soy profesor de Historia en un instituto de bachillerato y llevo dando clase desde hace más de 20 años. Y hace relativamente poco tiempo, creo que unos hará unos 10 años que comencé a escribir novela histórica. Además, mis primeras novelas son en catalán y Angelicus es mi primer proyecto con éxito en castellano, y también está dentro de la temática histórica, escribo básicamente todas las novelas imaginan alrededor de temas históricos. Y una juvenil que salió precisamente este mes de junio, un poco, casi, casi en paralelo con Angelicus que ha salido en septiembre.

¿La novela juvenil es el Projecte?

Joaquím: El Projecte es una novela escrita en catalán, El Proyecte salió este mes de junio con Fanbooks que es una editorial especializada en el libro Juvenil, que se mueve bastante bien en el mundo escolar. Ya sabes que hay mucha animación y mucho movimiento en el mundo de las de las escuelas, de los institutos para tener libros y este encaja un poco en esta línea, no del libro para gente joven, adolescentes.

Comenzaste escribiendo “La Rosa entre els llops” ¿Cómo recuerdas tu primera obra?

Joaquím: Esta obra que fue mi primera novela y que tuve un poco la suerte del principiante porque gané el premio Néstor Luján de novela Histórica y transcurre también en Aragón un poco como esta última en Aragón. Dentro del marco de la corona de Aragón, en concreto la Rosa, entre llobs es la Rosa entre los lobos, y la historia ocurre en Valderrobres un pueblo de la provincia de Teruel, de dónde era mi abuelo y donde yo he pasado muchísimos veranos de mi infancia. Además, de pasar mi juventud y forma parte de mi educación sentimental. Entonces, allí con un trasfondo histórico en la época de Pedro el grande, pues generé una trama con un misterio, con una injusticia, que intenta solucionarse, ¿no? Y bueno, tuvo bastante éxito y ahí empezó mi carrera como escritor, con este primer libro, La Rosa de los Lobos.

La Infanta Leonor de Castilla, que es la hermana del futuro Alfonso XI, es decir, es familia directa, del rey de Fernando IV, que fue el hijo de María de Molina.

Ahora acabas de publicar “Angelicus” ¿Desde cuándo llevas gestando esta historia?

Joaquín: «Angelicus» gestándola si eso implica pensarla y comenzar a buscar información, tiene un origen bastante lejano, porque ya en la carrera universitaria estudiando historia, ya me interesé mucho por el personaje del Infante Jaime. Porque el infante es destinado a ser el rey con la vida bastante ya predeterminada por las circunstancias y que decide dejarlo todo, para meterse a monje y así entrar en un convento, abandonar sus responsabilidades políticas y matrimoniales, en realidad esas dos cosas eran lo mismo en esa época y hacerse monje. Lo que ocurre es que su comportamiento posterior, poco errático y con decisiones que contradecían un poco su intención primera de recurrirse y apartarse del mundo me intrigaron bastante, ¿no? Entonces, ahí yo vi qué había, pues otras motivaciones o que podía verlas y desde siempre, pues, he buscado en las fuentes primarias de los cronistas de la época, pues a Ramón Montaner, por ejemplo, o Bernat Desclot, que son contemporáneos y que hacen referencia a este hecho, de manera más o menos disimulada y pasando un poco por encima, porque fue muy delicado. 

Y después, posteriormente, otros historiadores como Jerónimo Zurita el magnífico rastreador de documentos aragonés, que exhumó mucha documentación de la época y posteriormente Zurita es del siglo 16. Ya después en el siglo 19, historiadores alemanes como Wilcken muy sistemáticos que también ofrecieron y sacaron a la luz una documentación que había estado oculta en los archivos. Por tanto, a lo largo del tiempo, pues fui formándome una idea del tema que cuajó, yo diría que hace un año y medio, cuando empecé a esbozar lo que yo pensaba que podía ser más que un artículo o mucho más que una conversación entre amigos expertos. Para darle un poco de forma novelesca, es decir, hay una realidad y unos hechos históricos que se narran, pero alrededor de los cuales hay una trama verosímil, pero inventada. Por lo que, si me preguntas un poco la gestación, pues remota, y ya lo que es la práctica y la escritura, yo diría que un año y medio.

Centras la novela en la época del S. XIV 1.319 con el Rey Jaime II y el Infante Jaime ¿Qué es lo que más te atrapa de época?

Joaquín: Bien, el marco temporal de esta historia es a principios del siglo XIV, es en 1319. Y estamos en vísperas de la posible boda, la boda apartada, la boda planificada desde hace mucho tiempo por otras personas que no son los contrayentes y que son sencillamente un instrumento de la política, en este caso, el matrimonio pactado entre el Jaime II, el rey de la Corona de Aragón, el padre del Infante Jaime, y María de Molina. 

María de Molina, la Reina Regente en aquel momento en Castilla, debido a la minoridad, de su nieto, del que será el Rey Alfonso XI, María de Molina fue regente de su hijo y después de su nieto, es decir, que fue una mujer que tuvo mucho trabajo. En este caso, 1319 estamos en la segunda regencia, que es la de su nieto y bueno, pues la boda pactada ya entre el Infante Jaime y Leonor. La Infanta Leonor de Castilla, que es la hermana del futuro Alfonso XI, es decir, es familia directa, del rey de Fernando IV, que fue el hijo de María de Molina. Bueno, ahí está el árbol genealógico, ¿no? Que siempre es un poco complicado, pero bueno, hay muchos nombres y de repente el de la Infanta Leonor, hija de los Reyes de Castilla, de Fernando IV y de Constanza de Portugal, que, de muy jovencita, pues, llega a Aragón.

Por tanto, Leonor es un instrumento de la política y entonces se cría en Aragón bajo la sombra de su futuro suegro, el rey del Rey Jaime II. La boda está planificada, para que tenga lugar en octubre de 1319. Sin embargo, a medida que se acerca la boda, el Infante no da signos de estar muy entusiasmado, es más, insiste que él se quiere meter en un convento, quiere dejar el siglo, quiere dejar el ruido del mundo y recluirse en un convento. No quiere saber nada de sus responsabilidades, ni del matrimonio. Entonces, Miravet, es un escenario muy interesante. Es un castillo que está a los pies del Ebro, del meandro muy cerca ya de su desembocadura, el río ancho y reenganchado en una antigua fortaleza templaria. 

Donde yo he querido situar el encuentro de las dos cortes, por un lado, la Corte del Infante Jaime el novio y la Corte de la Infanta Leonor. Y que ahí, en este castillo, se han de encontrar previo a la boda que se celebró en Gandesa, un pueblo de la provincia de Tarragona, bastante cerca de Miravet, en la iglesia hospitalaria, es decir, dentro de la orden del hospital, que es donde se celebró la boda. Bueno, está en los libros de historia, porque el Príncipe se presentó, pero como que dejó a la novia plantada, vamos a decirlo así. Entonces, el castillo me pareció un escenario muy interesante como centro principal y hay varios hechos de la novela y varios centros de acción, está el Palacio Real de Barcelona, está el monasterio de Santas Creus también, pero yo diría que el grueso de la acción transcurre en el castillo.

Buscando información sobre el Castillo de Miravet, me he encontrado con imágenes del castillo casi derruido…

Joaquín: Sí, sí, el castillo ha pasado por muchas transformaciones, ¿no? Piénsese que fue asediado, en principio pertenecía a la orden del temple de los templarios, pero a principios del siglo XIV la orden fue disuelta y sus miembros brutalmente perseguidos por el rey de Francia. Y sus bienes fueron requisados y condenaron la orden, por orden de Papa de Roma. Entonces, de alguna manera, el resto de los monarcas cristianos se vieron obligados a perseguirla o a al menos a invalidarla y quedarse en sus propiedades y eso es lo que pasó en Aragón.

El Rey y Jaime, no muy convencido, pero al final aceptó, hizo que las propiedades de los templarios pasaran a la orden del hospital. No obstante, hubo una resistencia, por ejemplo, en el castillo de Miravet, porque los Caballeros Templarios se negaron a aceptar esa decisión del Rey y hubo un asedio, con lo cual el castillo, pues, sufrió algún tipo de desperfecto. Después, pasó a la orden del hospital. Y el castillo estuvo en pie, durante toda la edad moderna. Como se sabe, estos edificios en una época anterior al despertar del interés por la arqueología, pues eran sencillamente edificios que se podían transformar, se podían alterar, pues se construían baluartes para la artillería, entradas más grandes para que pudieran entrar carros de mayor peso, o sea, no había ningún tipo de consideración por preservar algo que se consideraba, entre comillas, antiguo y viejo, pero no digno de ser conservado.

Las guerras carlistas tuvieron un protagonismo incluso en la guerra civil. La batalla del Ebro Miravet estuvo en el arco clave, de la ofensiva republicana y sirvió de mirador, de observador del punto de observación. Con lo cual el castillo está muy mal conservado en el sentido de que está ruinoso. Sin embargo, se han hecho excavaciones últimamente muy interesantes, que han sacado la luz, el subsuelo, de la sala del receptorio del templo, por ejemplo, de la zona de las caballerizas, la zona donde se guardaban los caballos y de la despensa. Es visitable, pero, naturalmente, dista mucho de ser cómo era, pues, en esa época, finales del XIII y principios del XIV. 

Y ahora que hemos mencionado la orden hospitalaria, ¿Cuánta importancia tenía la iglesia en aquella época? 

Joaquín: Bueno, tenía mucha importancia, claro. Era uno de los grandes poderes y además con mucha influencia, no solo moral, sino también política, ¿no? El Papa de Roma, de alguna manera, se convertía en un árbitro que podía lanzar anatemas a diestro y siniestro, condenando, excomulgando a monarcas. Esto significaba que podía hacer que el vínculo feudal desapareciera, pues un monarca excomulgado no era ya obligatorio, que tú tuvieras una relación de pacto con esa persona que estaba fuera de la comunidad católica, es decir, que tenían realmente mucha, mucha fuerza, ¿no? 

En esta época, en 1319, el papado no está en Roma, sino que se encuentra en Aviñón, bajo la influencia francesa del Rey de Francia, que se convierte un poco en el protector del papado y efectivamente, ejercía un poder muy importante. En otro sentido, por ejemplo, los consejeros reales, en el caso de los Reyes de Aragón, en general solían ser, los abades de los monasterios, el cargo equivalente era el de primer ministro. Por lo tanto, tenían un poder importante, espiritual y también político.

Y las órdenes religiosas, como los hospitalarios o los templarios o la orden de Montesa, que crea precisamente en el año 1319 Jaime II, son la máxima expresión de este ideal medieval, ¿no? Es decir, en unas, en una mano, la espada y en la otra, la Cruz, y este ideal, digamos de lucha militante activa con la espada contra el infiel en defensa del ideal cristiano. Por tanto, estamos ante en un mundo donde las dos cosas se mezclan, cómo la vida civil, la vida política y la religión forman parte de todo.

Los consejeros reales, en el caso de los Reyes de Aragón, en general solían ser, los abades de los monasterios, el cargo equivalente era el de primer ministro. Por lo tanto, tenían un poder importante, espiritual y también político.

Incluso dentro de la historia, quieren meter mano con el Infante para llevárselo a sus dominios al lado de la Iglesia…

Joaquín: Sí, claro, es decir, el Infante era un hombre religioso, pues, él se sentía hacia esta pulsión religiosa, ¿no? Yo creo que estaba torturado, pues por una situación que es hipotética, pero pienso que es bastante verosímil sobre su condición sexual. Y esto le llevó a sufrir bastante, sufrir mucho, a experimentar estas contradicciones entre lo que él entendía que debía ser y lo que sentía, entre sus obligaciones y esta pulsión de retirarse del mundo por sentirse incomprendido. 

No obstante, se sentía atraído, posiblemente por esta mística del retiro y del silencio, un poco para apartarse del mundo de las miradas y un poco, pues, de las sospechas que los contemporáneos tenían de su posible condición sexual. Sin embargo, él mismo escribe a su padre en una carta muy sincera, muy dolorosa, pero muy sincera de las pocas cosas que nos han quedado de esa época, pero se ha conservado una relación epistolar entre padre e hijo. Y él le dice a su padre en un momento de arrebato y su incidencia jamás he yacido con hembra y tiene 22 años. En esa época los príncipes por lo general ya tenían hijos no solamente legítimos, sino también ilegítimos por todas partes. Entonces. esta confesión es muy ilustrativa de su sentimiento, de su situación. Y, por otra parte, esta influencia que decíamos no de la de la Iglesia, el propio Papa desde Aviñón, pues, le envió una carta en la que le recordaba sus obligaciones como príncipe cristiano y como buen hijo, tenía que obedecer a su padre y hacer lo que le tocaba. O sea, que recibió presiones realmente de todos lados, tanto de su padre, cómo del eclesiástico del Papa mismo.

El infante Jaime se sentía atraído, posiblemente por esta mística del retiro y del silencio, un poco para apartarse del mundo de las miradas y un poco, pues, de las sospechas que los contemporáneos tenían de su posible condición sexual.

De hecho, en aquella época la condición sexual era mal vista por ambas partes, pero trayéndolo a la actualidad tampoco ha salido nadie dentro de la realeza…

Joaquín: No, la verdad es que efectivamente no ha salido nadie. De todas maneras, el lugar que dicen que ocupan las familias reales, en el organigrama, estas realidades, más o menos, se ocultan o se disimulan. Pero ha habido casos, sin ir más lejos, no es actual, pero sí de la época contemporánea, es vox populi y es sabido por qué está en la época se hacían comentarios del marido de Isabel II, ¿no? 

El rey consorte era Francisco de Asís, pues lo llamaban el puntito en los nutrieros de Madrid, pues se llamaba «el puntillas». Por tanto, él mismo hacía incluso broma de su condición. Esto es una anécdota, pero cuando la reina Isabel II va a despedir al general Prim en Madrid, a la estación. Que, para partir hacia África hacia las campañas de África en la década de 1850, Isabel II le dice a general Prim. ¿Quién fuera hombre para ir con vos a Marruecos? El Rey que estaba al lado, dice sí, es verdad quién fuera hombre para ir con el general Prim, o sea, que él mismo no se reía un poco porque él nunca lo manifestó de manera abierta. Es más, el hecho de que fuera homosexual no significa que no cumplió sus deberes como rey consorte. Porque nadie duda de que Alfonso XII es hijo de Isabel II y del rey consorte Francisco de Asís, que hizo los honores en el tálamo inicial, o sea que hay ha habido, ha habido casos.

Sin embargo, aparte de la princesa Leonor y el infante Jaime también, cobran importancia en la historia diversos personajes cómo Saurina ¿En qué punto de la historia, cobra mayor importancia la magia negra? ¿Cómo ha sido el proceso de introducir este tipo de magia en la novela?

Joaquín: Aquí a mí me gustaba introducir el mundo de personajes que no tienen nombre propio en la historia, no salen los libros de historia, pero que hacen la historia silenciosa de los pueblos, sirvientas, criados, lacayos, y me ha gustado de alguna manera representar este mundo. No obstante, estas creencias de un mundo que sí, que era católico, pero que estaba muy empapado todavía, muy influido por creencias muy antiguas y atávicas y muy enraizadas en la cultura popular y que le preocupaba mucho a la iglesia y la iglesia intentaba desterrarlas, pero que venían, vamos a decir de corrientes ya paganas precristianas.

Entonces, me ha gustado un poco representar este mundo de invocaciones, de mal de ojo. Además, las fuentes están llenas de documentos de este tipo, de documentos en los que, se acusa a las personas, especialmente mujeres de ser hechiceras, de haber embrujado o de haber, pues colocado ciertos fetiches para conseguir que tal persona, pues, se enamorara de o que tal persona enfermara. Entonces, las fuentes están llenas de todas estas historias y me parecía primero interesante y después divertido, como escritor, reflejar un poco esa creencia, por eso sale reflejado.

¿Piensas que esta historia se podría formalizar en una serie? ¿Crees que tiene esos ingredientes?

Joaquín: Pues la verdad es que no sabría decirte. Cuando uno escribe, imagina de alguna manera o visualiza escenas, ¿no? Y el enlace de las escenas no sabría decir si la narración podría adquirir un tono gráfico, a veces es complicado traducir el lenguaje de una novela al lenguaje del plano, pero no estaría nada mal, la verdad. Sería una muy buena noticia, para mí como escritor, que una obra literaria, se tradujera en una película o en una serie con la repercusión mediática que esto tiene. Sin embargo, pienso que sería retroalimentativo en el sentido de que, pues, todos nos beneficiaríamos tanto el libro, cómo después la difusión de esta historia, ya que es como el libro de Umberto Eco porque es un libro muy denso. Es un libro que tiene una serie no voy a decir de dislates, pero, en fin. Sí, Umberto Eco exige al lector, como él dice en sus acotaciones, que se ponga las pilas, ¿no? Y oye, si tú quieres meterte en una novela del siglo XIV, has de entrar en el ritmo y en la mentalidad medieval del narrador. O sea, que mucha gente no puedo decirlo estadísticamente, pero yo estoy convencido de que mucha gente se ha visto la película y no ha leído el libro. 

¿Cómo ha sido el proceso de introducir un thriller dentro del marco histórico? 

Joaquín: La escritura empieza por preguntarse, qué es lo que quieres escribir y cómo te lo vas a pasar bien. Entonces, uno siempre quiere enfrentarse o confrontarse con un misterio, con una intriga y, por lo tanto, lo planteé ya desde el principio como un thriller, como una novela de intriga donde hay toda una serie de misterios, donde hay unos asesinatos. Y también, hay una investigación por el medio, una investigación peligrosa, complicada, en la que de alguna manera yo como escritor intento sumergirme, intento sumergir también al lector. 

Con lo cual, la novela histórica, en este caso Angelicus, nació y se planteó ya desde el principio como un thriller, tenía que ser una novela de investigación, con el trasfondo de esta realidad que hemos comentado al principio. Una boda real de una posible crisis diplomática entre Castilla y Aragón, donde se suceden una serie de crímenes que están vinculados con este hecho real, los crímenes no son reales. Como Umberto Eco, en los crímenes de la abadía, pero el trasfondo histórico, el armazón histórico, es el que hemos comentado al principio, ¿no? De lo contrario, es posible que nos hubiéramos quedado en algo parecido a un ensayo y entonces, pues, no me interesaba. Como te he comentado desde el principio de la carrera, este tema me atrajo. 

Por tanto, se podía enfocar de varias maneras, se podía enfocar como un artículo largo, se podía enfocar como una posible tesis, como un ensayo o como una novela, ¿no? Y en la novela sí que hay la licencia del código, permite la libertad de recrear, pero no de inventar perfiles de personalidad que podían haber existido. Pero que no están comprobados por la historia, como el caballero hospitalario, una dama castellana, una serie de criados. Eso sí, tengo que respetar el tiempo y el espacio y de alguna manera darles la personalidad, darles un poco la voz que debieron tener. Sin embargo, no podían tener un comportamiento como un hombre o una mujer del siglo XX o XXI, tenían que comportarse de alguna manera como hombres o mujeres de su época.

Y los tintes políticos con ambos Reinos de Castilla y Aragón también ejercen su marco importante en la historia…

Joaquín: La idea es, evidentemente, una boda que está planeada desde hace tanto tiempo y que está en peligro de que no se cumpla. Realmente, es una vulneración de un acuerdo diplomático. Entonces, a mí me ha gustado recrear las voces tanto de la Reina Regente, de María de Molina, cómo el entorno de la Corte y de la Infanta que defiende los intereses de Castilla y el honor y la dignidad de la infanta, que es Castilla. 

Y, después la figura también del Rey Jaime II, sabemos que hubo tensión, sabemos que en Castilla molestó mucho este no cumplimiento matrimonial, aunque no tenemos en sí las frases que dijeron, pero yo he intentado recrear a una María de Molina airada, molesta, agraviada por otras historias anteriores, también parecidas a esta. Por otro lado, tenemos a un Jaime II, que sabemos por los cronistas que era serio, reservado, frío y distante, muy listo, y me ha gustado ponerle voz y darle estas características de personalidad que tenía. Y ponerlo a circular, además, darle volumen y de alguna manera confrontarlo con el hijo, que es un poco como son a veces en las relaciones padre e hijo del siglo 14, si no un poco esa tensión, no esa distancia. Y a mí me ha gustado de alguna manera representar o reflejar este ese choque, entre el padre autoritario y el hijo, pues, que está acomplejado un poco ante la figura de un gigante como era su padre, el rey.

Hacia mitad de la novela hay un pequeño párrafo que me ha interesado que dice así: “Gobernar es como bordar en mi señora. ¿Necesitáis paciencia? El Pilar de la constancia, cada punto, parece insignificante, pero uno al lado de atrás acaba formando un dibujo». Tanto en aquella época como en la actualidad, con los gobernadores que tenemos es prácticamente lo mismo…

Joaquín: Es un poco prácticamente lo mismo, ¿no? En la novela yo lo decía en el sentido femenino. Es decir, los hombres que no los Reyes tenían el poder, efectivamente. El poder de convocar a las huestes, condenar, de juzgar, pero las mujeres también tenían mucho poder, porque es cierto que vivimos una época con un alto componente de misoginia. La misoginia se puede ver, en todas partes, en las fuentes literarias, eclesiásticas, laicas, romance, pero las mujeres que estaban cerca del poder tenían un poder efectivo, lo llamaríamos un poder fáctico. Entonces, este consejo es el que le da Sancha de Velasco el haya de Leonor, va en este sentido. Es decir, tú estarás a lado del rey, tú te acostarás con él, tú tendrás hijos que sí serán príncipes, pero tú lo has parido. Con lo que aprovecha eso y actúa con inteligencia y de alguna manera, ese símil de bordar poco a poco la idea en la cabeza de lo que tú quieres. Por tanta, de alguna manera estas figuras femeninas actuaron así en esa época, Leonor llegará a tener mucho poder porque será rechazada por Jaime, pero que años después vuelve a Aragón, para casarse con el hermano de Jaime. Así que, efectivamente, yo pienso que el poder, su gestión y administración pueden tener un equivalente en el bordado.

Como feedback entre mis personajes favoritos está David Ben Ruzafa

Joaquín: David Ben Ruzafa que es un perfil muy verosímil. Muchos médicos en la España medieval eran judíos, después yo lo he representado como el médico personal de Guillermo Erill el gran Maestre de la recién creada orden de Montesa. Y que, además, es forense, a ver, también podría ser investigador clínico que compaginará al otro investigador, que es el Freire hospitalario, como es Fray Eicart.

Y junto con blanca, que es una de las Damas que proceden de Castilla…

Joaquín: Exacto, no. Y junto con Blanca de Bernués, que es una de las Damas procedentes de la Corte de la Infanta y que también se ve involucrada en esta investigación. Efectivamente, los 3 forman un trío, policial.

Si tuvieras que identificar con un personaje ¿Cuál sería y por qué?

Joaquín: Pues la verdad es que es un poco difícil identificarse con un personaje del siglo 14, ¿no? Entonces, puedo decir mis simpatías como escritor a la hora de hacerlo mover de un lado a otro. Quizá te diría que David ben ruzafa, el médico. Este médico que está cerca del poder, pero que es consciente de que ahí hay juegos sucios y como él desde su fe judía y su papel privilegiado, porque como médico está cerca de ese poder, pero también como una de las minorías que no tenían acceso, a ciertas partes de los castillos o que, en fin, no, pues eran de alguna manera discriminados. Cómo él se abre paso y como maniobra también para, a su manera, hacer justicia. Y también poner las cosas en su sitio, desde su punto de vista intenta él gestionar y maquinar para que lo que él considera que ha sido injusto, pues se ponga del derecho.

Además, en esa época un médico judío en el castillo se abre a la posibilidad de traer nuevas técnicas y culturas de Oriente…

Joaquín: Sí, claro. Ese saber hemos ido almacenando de médico en médico, de médico a aprendiz y venían en muchos casos, pues, de la tradición grecorromana. Como sabemos se recoge precisamente en España y a través de esta expansión del islam que viene desde Oriente, pero que pasa por el mundo griego y por el punto helenístico y por el mundo bizantino. Y entonces por esas ciudades no ricas de Oriente, pues recoge todo ese legado de la antigüedad que llega a España. Por lo tanto, España es uno de esos puntos finales donde toda esa información de la filosofía y de la medicina, de la ciencia, del mundo griego, del mundo helenístico, del mundo romano cuaja, pues en libros no la escuela de traductores de Toledo, por ejemplo, o en los filósofos no intelectuales, pues Averroes, no, Avicena, etcétera, etcétera, no.

Quizá te diría que David ben ruzafa, el médico. Este médico que está cerca del poder, pero que es consciente de que ahí hay juegos sucios y como él desde su fe judía y su papel privilegiado, porque como médico está cerca de ese poder, pero también como una de las minorías que no tenían acceso, a ciertas partes de los castillos o que, en fin, no, pues eran de alguna manera discriminados.

Por último, Joaquín, ¿Qué nos puedes adelantar de tus próximos proyectos?

Joaquín: Bueno, de momento estamos con la promoción y paseo de Angelicus, por diferentes ciudades. Principios de octubre, la presentación en Barcelona, el 14 de octubre en Zaragoza. Pero más allá de las presentaciones, pues, hay algunos personajes de la novela Angelicus que parece que piden hablar más, ¿no? Y que piden como más páginas, entre ellas Leonor, esta niña que en principio no se entera de nada, pero que a medida que pasa la novela va cogiendo conciencia de quién es y queda afrentada en esa boda fallida. Pero que está aprendiendo muy rápido y que le está enseñando esa haya sancha de Velasco con esas metáforas sobre el bordado. En fin, es un personaje femenino que puede tener mucha fuerza y con lo cual es probable que forme parte de una nueva historia.

<<Para finalizar la entrevista, desde «Afondarenlacultura» damos las gracias a «Joaquím Molina» por su tiempo y dedicación, también por su libro «Angelicus» y también estaremos atentos a sus próximos proyectos.>>

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