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<<Entrevistamos a Rosa García Loire tras la población del documental “Anwar”. Rosa García Loire, directora de ANWAR (Lleno de luz), es a su vez directora de producción de 601 Producciones Audiovisuales S.L. Ha desarrollado su labor profesional en el ámbito de la producción audiovisual con diferentes productoras, integrándose en proyectos nacionales e internacionales. Ha producido eventos culturales y empresariales y ha trabajado con productoras navarras, nacionales e internacionales en diferentes formatos. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, en Ciencias Políticas y en Sociología por la UNED, se ha formado en gestión empresarial y gestión de entidades sin ánimo de lucro. Ha colaborado con organizaciones internacionales como FIYE Polonia, SCI Bulgaria o World For You Rusia. Es productora ejecutiva del documental El Drogas, productora ejecutiva y ayudante de dirección de Ainarak y productora ejecutiva de El que no ve, corto documental de Natxo Leuza en fase de producción.>>

¿Quién es Rosa para quién no conozca tu trayectoria?

Rosa: Pues bien, yo soy directora de 601 producciones audiovisuales y antes de comenzar mi etapa en 601, fui productora ejecutiva del documental “Drogas”. Aunque también soy productora ejecutiva de documentales como Ainarak y de otros proyectos para televisión con 601, así como la directora de Anwar.

Has colaborado en varias organizaciones como “Fiye”, “SCI” o “Wordl For You” de Rusia ¿Qué ha sido lo que te ha aportado?

Rosa: Sí, además de la industria audiovisual, he trabajado como voluntaria en diversas asociaciones internacionales como en Polonia, Rusia y en Chernia. Posteriormente, he colaborado para la Agencia Española de la UNRWA, que es la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina.

¿Qué es lo que te ha aportado todas esas experiencias?

Rosa: Pues ver el mundo de una manera diferente, quiero decir, darte cuenta de que no es todo como lo vivimos aquí, que hay muchas realidades diferentes a lo largo del mundo y que, al final, somos muy afortunados en muchos aspectos.

Entre tus documentales se encuentra “El Drogas”, “El que no ve” como productora ejecutiva y en “Ainarak” ayudante de dirección ¿Qué sensaciones tienes del público?

Rosa: La verdad es que son muy buenas, y además, que al final hagas un trabajo y que después se vea y que, además, guste en mayor o menor medida, pues siempre es muy positivo y reconfortante.

¿Piensas que un documental puede ser el gran desconocido ante un largometraje o un cortometraje?

Rosa: Creo que cada vez se producen más documentales, debido a que las plataformas ofrecen una gran variedad de este tipo de obras, aunque es cierto que antes eran menos cinematográficos, en el sentido de que era más difícil que se exhibieran en salas de cine. Es una forma de contar historias que, a mi juicio, puede llegar a más gente, creo que es un lenguaje más informativo y, además, con pocos artificios, es como contar historias que están más cerca de nosotros, y en las que se llega de forma más directa.

Por cierto, a mí personalmente me gustó el documental de “Ainarak” ya que muestra a las golondrinas y el oficio de la alpargata…

Rosa: Esta es una historia que se centra en una época concreta y que, por el hecho de que no se ha transmitido mucho, nos parecía importante sacar a la luz las vivencias de todas aquellas mujeres, puesto que en muchos casos eran niñas.

Tráiler de “Ainarak”

¿Cuál es el primer paso para grabar un documental?

Rosa: El primer paso para grabar un documental es encontrar una historia, encontrar algo que contar y, además, algo con lo que uno se sienta cómodo o de algún modo cercano. Porque cuando te resulta ajeno, creo que es más difícil empatizar con la historia y tener ganas de contarla y sacarla a la luz, entonces creo que es fundamental.

El cómo viene un poco después, un poco con las referencias que cada uno tiene, siempre hay historias que deben ser narradas de una manera u otra, pero creo que con una buena historia es sencillo tener un buen documental. Una buena historia no se limita a que sean muy grandes, ni muy exóticas, ni muy lejanas; puede ser perfectamente una historia muy cercana a nosotros, pero que tenga ese componente de llegar y que nos toque un poco la fibra.

Imagino que habréis descartado algunas historias y contar otras…

Rosa: Sí, si piensa que Anwar se graba en tres países diferentes y, por supuesto, ves muchas cosas durante los días que viajas y durante la estancia de esos países. Por consiguiente, al final logra grabar una gran cantidad de material, ya que cuando vas a países tan diferentes es como que todo llama la atención y parece que todo lo tienes que grabar y todo lo tienes que registrar. Hay un momento difícil en la decisión de excluir a alguien, yo soy de la opinión de que Anwar se podría haber contado y mostrado de muchas maneras diferentes y todas ellas válidas, al final ha sido con lo que nos hemos quedado y lo que nos parece que funciona.

Incluso puede existir la publicación de una segunda parte contándola de otra manera…

Rosa: Sí, ya que Álex ha hecho el viaje y conocemos el final, quizás sería un tanto extraño. Sin embargo, es cierto que uno se queda con ganas, como si pudiera contar más de aquellos lugares por los que ha pasado, eso es cierto.

Imagen de Placas Solares en Anwar

Hablando de “Anwar” ¿Qué ha supuesto para ti grabar este documental?

Rosa: La verdad es que no habíamos grabado nada en un lugar tan remoto como Pakistán, y la verdad es que fue toda una experiencia. Luego, el recorrido que está teniendo nos parece bastante positivo y eso nos ayuda a aprender a todo el equipo, a ver qué funciona y a ver qué no funciona. En general, las críticas son favorables y, en cuanto a las desfavorables, nos sirven para darnos cuenta de que el tema podría haberse tratado de una manera u otra; la verdad es que estamos satisfechos. La experiencia de trabajar con Álex y con la Fundación Eki también ha sido muy gratificante.

Nepal, Sierra Leona y Pakistán ¿Habéis tenido algunas trabas por parte de los países a la hora de grabación o de estar en ellos?

Rosa: Sobre todo porque se grabó a lo largo del 2021, que todavía era tiempo de pandemia, por lo que el equipo que viajó a Sierra Leona se contagió con la covid y tuvieron que permanecer más tiempo del que pensaban, lo cual no resultó ser muy agradable, especialmente porque contrajeron la enfermedad lejos de su hogar. Sin embargo, posteriormente en Pakistán, la grabación fue muy cercana a la salida de las tropas americanas de Afganistán, tuvo un movimiento más intenso en las fronteras o así, pero nosotros tuvimos suerte y pudimos hacer el rodaje sin problemas.

Tráiler de “ANWAR”

¿Qué tipo de relación unen a esos tres países en documental?

Rosa: En última instancia, el desafío radica en cómo transportar la energía solar a lugares tan dispares, cómo funciona esa energía y en qué forma podría transformar la vida de las personas. Debido a que existen gestos que nos parecen muy sencillos y cotidianos, pero que en otras regiones no lo son, y en este caso el poder llevar una energía limpia, no contaminante, que respete el medio ambiente, nos pareció muy interesante y aún más cuando están ligados a proyectos de desarrollo.

Lo que puede chocar en el documental es como ver que esas placas solares estén debajo de la nieve y que además se encuentren intactas…

Rosa: Sí, también es una reflexión que hace Álex, no. Sí, las placas funcionan en estas condiciones, ya que al final pueden funcionar prácticamente en cualquier lugar. Se trata de unas placas flexibles, que deben ser fáciles de transportar, son más ligeras y en Manaslu, que es el campo base, en invierno hay mucha nieve y allí ya se ve cómo las limpias y cómo funcionaban después de tanta nieve y que en Pakistán siguen funcionando.

¿Qué no vemos nosotros, sobre la huella energética?

Rosa: Yo, en primer lugar, creo que nos hemos acostumbrado a ciertas comodidades y nos resulta muy difícil el desprendernos de ello en la vida cotidiana, porque al final nosotros utilizamos la energía para todo. Se la utiliza tanto para trabajar como para trabajar, nuestros hijos en los colegios son cada vez más digitales, los cuales también utilizan la luz. Esto es un consumo muy alto y pienso que cada día nos resulta difícil ver a más.

Nos resulta difícil percatarnos de ello, porque convivimos con esto a diario y desde hace mucho tiempo, y es cierto que la luz y la energía nos simplifican la vida en nuestro caso, que ya partimos con esa ventaja. Pero en otros lugares existe una gran diferencia entre aquellos que pueden salir del círculo de la pobreza y los que no.

Si tiene acceso a un hospital en cualquier momento del día, puede tener acceso a luz por la noche para poder estudiar, puede tener acceso para tener más comodidad en su hogar e incluso para poder emprender un pequeño negocio en cualquier lugar. Creo que comenzar por ser consciente es algo que yo pienso que a veces se nos olvida que somos muy privilegiados en ese sentido.

Además, lo que parece para nosotros que es cotidiano, incluso cómo el pedir una cita médica dentro de un tiempo estimado, para otros países no lo son…

Rosa: Por supuesto, por ejemplo, en Sierra Leona, se ve cómo la falta de acceso a la electricidad y tener que obtenerla de manera ilegal puede conllevar muchos problemas, o en Pakistán, en la zona en la que se encuentran no hay agua corriente, no hay tendido eléctrico, por lo que no hay otra opción. Y en este momento, la posibilidad de trabajar con energía más limpia, con una energía renovable que, en esas zonas en las que yo creo que también es importante proteger a nivel medioambiental, es un beneficio.

Imagen del documental “Anwar”

También se ve en el documental el intercambio cultural que hay entre ambos países ¿Cómo ha sido mostrar ese grueso de culturas?

Rosa: Nosotros valoramos mucho el poder reflejar no solo la energía, sino también la forma en que son esos lugares y como se nota un gran cambio en cada uno de los tres países. Si bien, la zona de Manaslu, como estamos observando durante todo el tiempo, es una expedición invernal, no es el día de día de la población local; pero después sí que todo es muy distinto, es muy distinta la luz de África, la luz de Pakistán, la forma de vivir, unos allí a nivel del mar, otros a tanta altura. Por otro lado, también hemos deseado ofrecer un tratamiento diferenciado a las tres partes, ya que creíamos que cada espacio tenía su propia personalidad y que era necesario reflejarlo.

¿Cómo ha sido trabajar con Álex? ¿Por qué lo elegisteis a él?

Rosa: Nos encontramos en contacto con la Fundación Eki y, a través de la Fundación, Álex nos cuenta esta historia. Este proyecto es el hacer una expedición invernal 100% sostenible en cuanto a energía. Además, nos comenta su idea de llevar placas a Pakistán porque para él y otros montañeros, la escuela Günter School es especial. Cuando Álex nos contó que es una persona muy vital, casi que te convence en el momento de la historia y fue un poco así, nos contó lo que quería hacer, a él le parecía que había una historia y que se podía hacer un documental, nos pareció una historia muy bonita. No obstante, yo no soy una persona de montaña, pero sí es cierto que el tema social me toca más, por lo que lo valoramos el equipo de 601 y allí que nos embarcamos.

¿Vais a tener relación más adelante con la Fundación Eki y con la Günter más adelante?

Rosa: Nosotros, en colaboración con la Fundación Eki, hemos trabajado antes y seguiremos trabajando con ellos en temas de audiovisual. Además, estamos de acuerdo en que la labor que realizan es muy interesante, sobre todo por la forma en que llevan las placas. No es una donación, pero es una venta en condiciones muy favorables.

Además, las instalaciones están supervisadas desde Getxo, lo que minimiza los problemas. No dejar allí algo en medio de la nada, sin un mantenimiento posterior, a veces es triste. Sí, es cierto que la fundación está realizando un gran trabajo y también está formando a personas de la zona, por lo que seguimos en contacto con ellos.

Y la verdad es que, con esa comunidad de Pakistán, establecimos una muy buena relación durante la grabación y, de hecho, suelen contarnos cómo están, cómo funcionan las escuelas, que las placas siguen funcionando, etc. Así que, en ese aspecto, están bien.

Por último, Rosa, ¿Qué nos puedes adelantar de tus próximos proyectos?

Rosa: Nos encontramos en un proyecto en cooperación con una productora guipuzcoana sobre vidas submarinas en el cantábrico. Estamos acabando de editar un documental sobre peluquería vanguardista. Por otro lado, también disponemos de un breve documental sobre la exclusión social y cómo salir en la vida de las calles, que además está grabado en Pamplona, como se decía anteriormente, son historias que están cercanas, pero que se desconocen.

<<Para finalizar la entrevista, desde «AfondarenlaCultura» damos las gracias a «Rosa García Loire» por su tiempo y dedicación y estaremos atentos a este nuevo documental «Anwar» que será presentada en cines Golem Ahóndiga de Bilbao y también estaremos atentos a esos proyectos.>>

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