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<<Entrevistamos a Ana Ballabriga y David Zaplana escritores de «La Profecía del Desierto», entre otros muchos libros. A ambos les interesaba la literatura y el cine. Conectamos rápidamente. Al cabo de un tiempo comenzamos a hablar sobre una novela que David tenía en mente. Años después la terminamos de escribir. Cruzados en el tiempo es nuestra primera novela, de corte juvenil, sobre viajes en el tiempo, unicornios, monstruos y aventuras. La publicamos finalmente en 2016 gracias a las plataformas digitales. En 2007 conseguimos que una editorial se interesara por nuestra siguiente obra, Tras el Sol de Cartagena. Se trata de una novela que combina aventuras e historia y que está ambientada en la ciudad portuaria donde vivimos y ahí partir de ahí ya nos han deslumbrado con muchísimas historias.>>

¿Quiénes son Ana y David para quién no conozca vuestra pluma?

Ana: Somos dos escritores que nos conocimos y que comenzamos a escribir desde muy jóvenes. Vimos que teníamos muchos temas e intereses en común y comenzamos a escribir juntos de una manera muy orgánica, no fue nada premeditado, sino que simplemente surgió. Somos escritores de misterio, pero tenemos como dos áreas en la que nos desenvolvemos bien, por una parte, está la novela negra. Ahora acabamos de publicar una nueva novela que se llama “El Deseo Eterno” dónde hablamos sobre las violaciones en grupo y la sumisión química, que ahora por desgracia está tan de actualidad. Y, por otra parte, escribimos sobre las aventuras, los misterios, pero más lúdico, aunque siempre intentamos que haya detrás una reflexión de nuestros libros. Dentro de este último grupo de aventuras se encontraría “La Profecía del Desierto”.

¿Cómo os compagináis entre los dos a la hora de escribir un libro?

Ana: Esto es una cosa qué genera mucha curiosidad porque no suele ser habitual que los escritores, escriban en pareja, aunque después del último premio planeta pues se ha roto esa barrera. Nosotros lo que hacemos es hablar mucho, pensar mucho, documentarnos mucho, siempre hay un tema que nos llama la atención, hay una chispa que es la que inicia todo. Y después empezamos a documentarnos, a hablar, a pensar, a reflexionar y establecemos cuál es la historia, la estructuramos somos escritores de mapa, es decir que cuando nos sentamos a escribir sabemos lo que vamos a contar. Después lo que hacemos es distribuirnos las tramas, los personajes normalmente son historias plurales y comenzamos a escribir y revisar mucho que es la clave. Pero eso tanto escribiendo a dos manos, como a cuatro, eso es crucial.

Vuestro primer libro en común llega con “Tras El Sol de Cartagena” ¿Qué recuerdos guardáis del libro y como fueron los inicios en la escritura?

Ana: Cuando comienzas a escribir andas muy desorientado, no sabes muy qué pasos dar. Nosotros teníamos una historia anterior que es con la que empezamos a escribir que David tenía esa idea en la cabeza y la comentó conmigo y así fuimos creando esa primera historia. Esta segunda historia que es “Tras El Sol de Cartagena” que es la primera obra que publicamos ahí ya sí que teníamos intención de trabajar juntos, de buscar una historia juntos y demás. Tengo unos recuerdos estupendos, éramos muy jóvenes y creíamos que todo era posible, esa sensación cuando te haces mayor y ves cómo funciona el mundo literario, el mundo de las editoriales. Pues digamos que ya no eres tan ingenuo y el proceso es bonito porque si no, no escribes, pero sabes que todo lo que te rodea la escritura ya no es tan bonito. Es bonito el hecho de escribir, lo demás no tanto, en esa época conseguimos publicar la obra con una editorial que lanzaba primeras obras. Después fue reeditada por la editorial de Amazon Publishing y le tengo un gran cariño a esa obra, fue nuestra primera novela, ahí empezamos a establecer nuestro método de trabajo entre David y yo. Nos ha traído muchísimas cosas buenas, a la gente le suele gustar es una novela de sencilla de aventuras y de misterio, pero que aparte recuerdo en una feria del libro de un pueblo, qué una familia se nos acercó. Nos comentó que su hija vivía lejos en Barcelona y sabía si volver o no volver a Cartagena, le enviaron el libro y tras leerlo fue lo que hizo que decidiera volver a su tierra. En este caso cuando nos lo contaron, el libro ayudó a que tomara una decisión crucial y dijimos jolín que poder tiene a veces la literatura sin tú pretenderlo.

Book tráiler de Tras El Sol de Cartagena

Habéis ganado varios premios entre los que se encuentran Premio Literario de Amazon, Auguste Dupin ¿Qué sensaciones tenéis de dichos premios y qué repercusión habéis tenido?

Ana: El tema de los premios no es fundamental, pero sí puede ser importante porque el problema que tenemos los escritores y las escritoras es tener visibilidad. El lector no recuerde, el lector que sepa que estamos ahí, que al lector y lectora le llegue la información de nuestros libros y esos los premios es un altavoz. Cuando nosotros ganamos el premio literario de Amazon en 2016, para nosotros fue muy relevante, se presentaron 1400 obras de 30 países, obras escritas en castellano. El que nosotros ganáramos, quiere decir que había muchísima gente se enteró de que nosotros habíamos ganado y después por toda la repercusión que tuvo. Los premios son importantes por eso, igual que ahora el Auguste que lo hemos ganado en el 2021 y ahora acabamos de publicar “El Deseo Eterno”. Lo que te ayuda son a darte visibilidad, a que los medios de comunicación tengan una noticia que dar dónde tú eres el protagonista. Y bueno también la otra parte, que es una parte considerable es que a ti también te valida como escritor, porque si no es un oficio solitario. Cuando tú escribes un libro no tienes ese feedback, si ganas un premio quiere decir que ha habido un jurado, que ha dicho que este libro vale la pena y eso quiere decirse que tú te reafirmes en tu oficio.

Ahora hace poquito habéis presentado “La Profecía del Desierto” ¿Cómo ha surgido este proyecto?

Ana: Pues cada libro surge de una manera diferente, hemos tenido libros que ya he comentado alguna vez cómo “Ningún escocés verdadero”, que surgió por un sueño que tuve yo. Simplemente, era una prostituta a la que perseguían y solo tuve ese flash, sin embargo, “La Profecía del Desierto” surgió de una comida familiar y estábamos hablando con un primo de David que estaba en Arabia Saudí. Lleva varios años viviendo allí él solo, su familia se quedó aquí y entonces nos empezó a contar como era la vida y cómo era el trabajo allí en Arabia. Eso fue para nosotros descubrir un mundo que era todo tan diferente a aquí, hablaba de temas cómo el clasismo, la religión, las mujeres son temas que nos interesan. Porque al fin y al cabo tú tienes que tener una historia que interese lo suficiente como para poder pasarte dos años, tres años de tu vida profundizando y escribiendo sobre ello. Tiene que ser algo que de verdad tire de ti una fuerza que te lleve a eso y ese fue el origen.

Nos habláis del mundo árabe a través de Nur y Mahmed ¿Cómo llegaron esos personajes a vosotros, porque al final surge un romance entre los dos?

Ana: En el caso de Madmed lo que buscamos fue un oficio que permitiera una persona española ya sea hombre o mujer que pudiera viajar a Arabia, y que además pudiera trabajar allí. Además, queríamos buscar un oficio que tuviera que ver mucho con la tradición árabe, allí hay mucha tradición de cetrería y aquí en España también por todas las influencias obvias que tenemos de los árabes. Sobre todo, es que se buscan los cetreros españoles en aquellos países, entonces digamos que lo primero que surgió de Madmed es su oficio, él que fuera una persona con mucha iniciativa, un aventurero en contraposición al personaje femenino a Nur. Nur es un personaje más reflexivo, más intelectual y a veces con más miedos, el personaje de Nur sí que salió a base de una persona real que conocimos en Ibiza. Qué era una bailarina árabe, que era guía de museo y que nos pareció fascinante esa combinación de la parte intelectual, por un lado, de ser historiadora y, por otra parte, el tener esa visión física de la danza, del baile y demás. Es una dimensión un poco como James Bond, que es un tipo de acción, refinado y demás, pero que luego se está dando porrazos por todos los sitios y tal. Así sería más o menos lo mismo una mujer intelectual, pero que a la vez explota la parte menos intelectual. Eso nos permitía en los dos personajes que son musulmanes y que viven España, por lo que serían musulmán español, eso también era una de las claves que queríamos tocar.

Imagen de Ana Ballabriga y David Zaplana

Una novela de aventuras, que me recuerda a la mítica serie “En Busca de Carmen San Diego” por el hecho de que transcurre en varias ciudades Riad, El Cairo, La Meca, Al Hasa, Kufa o Medina y buscando pistas a través de un manuscrito ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

Ana: Desconozco esa serie, pero no es un recurso nuevo el tema del manuscrito encontrado, de la carta encontrada es un recurso literario que suele utilizar. Aquí nos servía porque era el puente entre el pasado y el presente, la carta está escrita por un maestro sufí de la edad media bina rabio, bina rabí que es la carta que encuentra Nur la estudiosa del sufismo y demás. Nos sirve también para hacer puente entre la tradición árabe tradicional histórica y la actualidad porque la obra se escribe en la actualidad. Respecto al tema de los viajes y la documentación obviamente sí que hemos estado en algunos países y lo que sí hicimos el documentarnos y hablar con el primo de David, fue pedirle vídeos, consejos y demás. También tuvimos que asesorarnos por una arabista de la Universidad de Murcia que fue quién nos revisó el manuscrito y bueno nos asesoró sobre las dudas que teníamos para que las cosas estuvieran correctas y fuera todo correcto y ahí sí que hemos tenido cuidado.  

«El ismailismo era una rama más mística del islam, algunos creen que hay influenciada por el pensamiento sufí y la filosofía griega. Eran gnósticos, buscaban el verdadero conocimiento. Se rebelaron contra la religión politizada impuesta por los sucesores de Mahoma, la paz sea con él, y se independizaron del califato abasí. Fue entonces cuando crearon el califato fatimí, que dominó todo el norte de África». Los autores destacan con respeto la religión islamista. ¿Cómo ha sido tocar desde el respeto el tema religión en este caso el islam?

Ana: La vida en Arabia Saudí no es representativa en otros países islámicos eso lo queríamos dejar claro también. Para nosotros era importante sobre el papel de la mujer claro qué sí y además ofrecer una visión diferente a la que tenemos sobre el islam y las relaciones con las mujeres. O sea, cómo ve el islam a las mujeres, ahí también queríamos derribar un poco la idea esa de que también un poco monolítica vuelvo a utilizarlo, pero solamente hay una forma de ser mujer en el islam dentro del islam cosa que no es cierta. Ahí si hablamos sobre el tema del velo, es verdad que en Arabia Saudí una mujer tiene que salir con un tutor legal, tiene que salir con un acompañante masculino, que además tiene que ser de su propia familia. Qué después se dan circunstancias en las que tienen taxistas, porque claro las mujeres hasta hace poco no podían conducir, incluso ahora que lo pueden hacer la tradición pesa tanto que muchas de ellas no conducen. Entonces tenían un taxista por ejemplo filipino y que las llevaba y las traía y no era alguien de su familia hacían la vista gorda. O sea, con quién les interesan y como le interesan hacen la vista gorda es así de triste, pero la mujer el tratar el tema de las mujeres en el islam era un tema importante para nosotros en esta historia.

Cómo bien me comentas hay diferencias entre la mujer islámica y las mujeres europeas o de otros continentes porque pueden ir a Arabia, pero no utilizar burka y no hacer cosas que la mujer de allí lo tiene que hacer por obligación.

Ana: Claro sí tú eres extranjera y vas a esos países ahí si hacen un poco más la vista gorda, aun así, te piden cierto decoro, que te cubras el pelo y demás. En otras zonas no, solamente en Arabia Saudí, pero luego lo que hablamos antes, que en cada país hay normas diferentes con más libertad o menos. Yo opino que hay un movimiento reaccionario, conservador, en muchos países incluidos en España es decir hay cosas que no podemos ser tolerantes bajo mi punto de vista. Cuando hay una desigualdad y cuando algo vale para los hombres, pero no vale para las mujeres o al revés eso quiere decir que es una medida sexista en general. Entonces yo sí que creo que hay ciertas líneas rojas que no se deberían de pasar, pero bueno.

Deberíamos como protestar por todos los derechos igualitarios.

Ana: Más que protestar, yo creo que hay cosas que no se deberían dejar de hacer es lo que yo pienso. De todas formas, no hay un manual de cómo integrar la comunidad, o de cómo se sientan integrados no hay manuales. En Francia nos llevan mucho adelanto con el tema de la inmigración pues han pasado por varias etapas, pero yo he oído a varias mujeres españolas que hablaban y lo padres vienen de países árabes que decían que sus madres tenían más libertad de las que ellas tienen ahora. Digamos que antes se vivía la religión menos conservadora que ahora, muchas mujeres que venían de Marruecos, Argelia y demás aquí no llevaban el velo, sin embargo, ahora se ven muchas que lo llevan también hay más y no se sabe cómo ponderarlo.

¿Con qué personaje te quedarías de la historia?

Ana: No sabría decirte, pero los de personajes protagonistas me gustan mucho, quizás por la evolución de Nur es más fuerte a lo largo de la historia que la de Mahmed. Pero a mí con Mahmed no me importaría quedar a tomar un café y una copa con permiso de David.

¿Qué nos podéis contar de “El Deseo Eterno”?

Ana: Acaba de salir a la venta y se acaba de agotar la edición, aquí cambiamos los de registros son los amas que te comentaba en nuestra forma de escribir. Esa parte de aventuras más lúdica, más de divertimento, aunque insisto en que siempre haya una reflexión y algo que aportar al lector. “El Deseo Eterno” sería una novela negra, una novela que empezamos a escribir varios años cuando estuvimos en la semana negra de Gijón y estuvimos hablando con una persona que trabaja en una asociación de mujeres que han sufrido agresiones sexuales. Entonces ella nos hablaba de las dificultades que tienen estas mujeres para que se les crea, dificultades para poder explicar su historia sin ser re victimizadas porque falta formación en muchos de los estamentos. Comienza a haber formación porque claro es algo voluntario porque cada policía, cada juez así lo estima, entonces todavía falta una sensibilidad. Pero después qué a mí, me pareció tremendo es la poca ayuda que reciben las mujeres que han recibido agresiones sexuales, para superar el trauma. Es decir, normalmente van a asociaciones por su cuenta o porque se lo pagan ellas, porque las instituciones sí que es verdad que algunas tienen psicólogas para asesorar a estas mujeres. Pero tú no puedes ir una vez a la semana en general porque haya recursos limitados. Después hay otro tema que es la sumisión química que tocamos en el libro, es verdad que no se están haciendo las pruebas pertinentes. He escuchado una noticia que a las mujeres no les hacen análisis, los protocolos que hay en cada ciudad o en cada comunidad es diferente y no están unificados y ahí un problema. Nos pareció tan brutal, que creíamos que había que escribir una historia, por supuesto no es una historia, en la que, si surge esa idea detrás, pero surge de un personaje, en realidad de tres porque queríamos abordar tres puntos de vista. Desde la hermana de la chica que sufre la agresión, desde el punto de vista del policía que filtra los datos personales de esta chica agredida y desde el punto de vista del juez que no ve delito en las imágenes grabadas. Y entiende que ahí no ha habido ningún tipo de sumisión química y agresión sexual, ese es otros de los temas que nosotros queríamos escribir. Pienso que en la nueva ley que se va a sacar, va a cambiar, pero ahora mismo hay una distinción entre abuso sexual y agresión sexual que nos parece lamentable. Porque a ti te drogan estás a merced de la otra persona eso es menos grave, que alguien que vaya por la fuerza. O sea, estar a merced de otra persona siendo ser consciente me parece tremendo y terrible. Entonces esa distinción entre abuso y agresión, para mí no debería de existir.

Por último, Ana ¿Qué nos puedes adelantar de vuestros próximos proyectos?

Ana: Estamos con una historia que empezamos como unos siete años que nos ha resultado bastante compleja y complicada a la hora de documentarnos y demás. Ahí tenemos esa historia que además está ambientada en Aragón, en Candasnos, en Fraga y una parte importantísima de la trama que transcurre allí. Quizás por eso nos está costando más porque David no tiene ese vínculo emocional y para mí sí, entonces eso a veces tienes separarte mucho del lugar para poder escribir.

<<Para finalizar la entrevista, desde AfondaresCultura damos las gracias a «Ana Ballabriga y David Zaplana» por su tiempo y dedicación por su libro «La Profecía del Desierto» y también estaremos atentos a sus próximos proyectos.>>

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