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<<Entrevistamos a Alejandro Prado Jatar, quien es un ingeniero que se ha dedicado a la investigación científica por más de treinta años. Ha trabajado en proyectos dirigidos al uso apropiado y a la conservación de los recursos naturales renovables, el control de la contaminación ambiental y la sustentabilidad de diferentes fuentes de energía, así como también en la asesoría técnica en cada uno de esos campos. En el 2016, escribió su primer libro, DASEFÍOS SOBRE EL TECALDO. Esa obra fue hecha como parte de un ensamblaje de historias de humor y reflexión sobre la dislexia del autor.>>

¿Quién es Alejandro para quién no conoce su pluma?

Alejandro Prado: Debo indicarte que en realidad yo soy científico y tomando una referencia casi bíblica, yo soy un científico de pensamiento, palabra y obra, qué me he dedicado a la investigación de las disciplinas ecológicas. Además, te confieso que soy un recién llegado al tema de la literatura porque incursioné en la escritura cuando yo tenía 60 años. Por añadidura y poner las cosas más difíciles, soy disléxico y he enfrentado esta dificultad de la escritura, a través de mis cuentos, mis relatos, inclusive de los libros que he publicado.

¿Qué fue lo que lo motivó a escribir?

Alejandro Prado: Puedo decirte que eso fue una necesidad más imperiosa que la respiración. Yo necesitaba hacer una novela y lo sentía así. Que se desarrollara dentro del marco político, histórico y familiar. Que estuviese ambientado en tres países que son los que yo señalo y en tres planos temporales diferentes. Era la razón de convertir a esta historia en una misión de esperanza en contra de la desesperanza.

Porque las naciones que sufren tiranía nunca van a morir. En algún momento las tiranías se van a acabar. Una de las herramientas que usan los dictadores para mantener la fuerza de la tiranía es crear desaliento, crear sentimientos de derrota y, sobre todo, eliminar cualquier vestigio de esperanza. Porque cuando se tiene esperanza la sociedad no se rinde y una sociedad que no se rinde nunca está vencida. Esa es la razón de poner este libro en ese contexto.

En 2016 “Dasefíos sobre el Tecaldo” ¿Qué sensaciones tiene de ese libro?

Alejandro Prado: Ese libro me dejó la sensación de que en el fondo estoy agradecido por la dislexia. Porque en estos balances de la evolución humana, lo que te quitan como una facultad, te dan otras en compensación. Los disléxicos somos muy limitados para leer. Por ejemplo, yo leo tres veces más lento que los demás y leo con mucha dificultad.

Pero creo que todos los disléxicos fuimos dotados por la creatividad y esa creatividad me llevó a construir un conjunto de cuentos con tenor de humor. Y al final se convirtieron en un libro que se llama “Dasefíos sobre el Tecaldo”. Y lo que me llevo de ese libro es el placer de superar una condición de lo que es la dislexia.

“La Trinidad del Tiempo” está enmarcada en varios países y en varios tiempos. Ibrahím le encanta estudiar a los animales ¿Por qué esa afición por ellos, que después lo llevaría a realizar su trabajo?

Alejandro Prado: Ibrahím Jordán, el protagonista de la novela, llega a los insectos debido a su soledad, y a través de los insectos el va percibiendo que conectarse con la naturaleza le da un grado de percepción exclusivo. Y es que esa percepción especial la tenemos todos, lo que sucede es que hay mucho ruido ambiental, social, laboral y ese ruido de tanta conectividad con la sociedad se aleja de lo que es la percepción extrasensorial. Quiero que sepas que todo el mundo tiene la capacidad perceptiva, y ha sido una condición desde momentos ancestrales porque es parte de la evolución humana.

La percepción extrasensorial va mucho más allá de los cincos sentidos. Pero se ha venido perdiendo a medida que tú te alejas de la naturaleza, por eso sospecha Ibrahím que él está conectado con los insectos y esta conexión le permite su clarividencia.

Sin embargo, al final se dará cuenta que hacia la mitad de la historia aparece un personaje que le dice debo decirte que significa “La Trinidad del Tiempo” para los seres humanos y por eso tú te estás identificando con este desierto. Sin embargo, hacia la mitad de la historia, aparece un personaje que le revelará el significado de la expresión “La Trinidad del Tiempo”. Será en el desierto más seco del mundo. Es un clímax para responder el misterio del tiempo, el cual la gente tiene concebido como pasado, presente y futuro, pero que en realidad no es así.

He leído que “Trinidad” significa unidad de Dios. Existen tres distintas personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los tres comparten los mismos atributos y la misma naturaleza; por lo tanto, estos tres constituyen el único Dios. ¿Por eso la intuición de Ibrahím?

Alejandro Prado: Correcto y por eso el título y porque la Trinidad es un ente indivisible y el tiempo es uno de los factores más inexplicables de la vida. Como persona dedicada a la ciencia, para mi el tiempo es un gran misterio. Pero es un misterio unitario porque la gran complicación del ser humano es que todo lo quiere hacer cartesiano, en cuadrito, separado, desunido y no es así. Todos nosotros tenemos una función continua, no hay separación y mucho menos islas.

BookPlay de la Trinidad del Tiempo

Una trama que comienza en 1957 y termina en 2020 ¿Por qué este eje histórico?

Alejandro Prado: Porque es el marco que me tocó vivir. Un marco social dónde todo era casi normal. No ocurría nada fuera de lo que pudiera haber sido un evento meteorológico y telúrico impactante o alguna situación política moderadamente inestable. Un país extraordinariamente rico y dónde todo era pedir de boca.

De un momento a otro se cayó, fue una inexplicable auto laceración por buscar o por complacer sentimientos reprimidos de una sociedad que no había captado que la democracia era una herencia que se debía mantener. Ese tesoro heredado no fue correctamente defendido. Y yo estimo y percibo que la sociedad venezolana no valoró lo que era vivir en una democracia y derivó ahora en este drama que nosotros estamos viviendo.

Durante la historia menciona varios personajes en la trama como el presidente Allende de Chile, Fidel Castro de Cuba, entre otros personajes ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

Alejandro Prado: Fue complicado y largo. Tuve que entrevistar a más de 100 personas. Revisar medio millar de documentos históricos, trabajar ocho horas diarias durante catorce meses y lo que más me consumió el tiempo fue la parte de las referencias históricas. Y por eso es que tenía que dedicar tanta acuciosidad de los elementos secuenciales de lo que sucedió en Venezuela y de lo que sucedió en Chile.

Y porque son dos dictaduras antagónicas, pero igualmente criminales. No importa si son de izquierda o derecha, al final son dictaduras. Una salió y otra iba en ascenso. Y como te comenté anteriormente, los países no mueren y todo régimen autoritario termina.

Hay una expresión en los llanos venezolanos que dice: “Por más grande que sea el incendio en la sabana, la última candela que quema es la que se apaga, porque todo mal tiene su final.” Lo anoté para conversar contigo, porque describe el hecho de que hay un ascenso y una culminación de un proceso.

A lo largo de la historia nos cuenta hechos de los países de Venezuela, Chile, Cuba y también hace un guiño a España mencionando la guerra civil ¿Cuál es su opinión de ambos países en la actualidad?

Alejandro Prado: La situación en Chile de 1973 presentaba una condición equivalente a lo que sucedió en la España de 1936. Cuando ocurrió el golpe de estado del 18 de julio de ese año, los sublevados controlaron la mitad del país y por lo tanto se desarrolló una guerra civil cruenta.

Era obvio que, ante tanta polarización entre izquierda y derecha, ese iba a ser el trágico resultado. Por otro lado, los gobiernos fascistas de Alemania e Italia, así como sus adversarios rusos, utilizaron a España como laboratorio bélico, para así darle punto de partida, en 1939, al uso de su nueva tecnología militar, durante la Segunda Guerra Mundial.

Y yo estimo, y los documentos así lo reflejan, que antes de dar el golpe de estado en Chile, los jefes del ejercito, marina y aviación, revisaron y tomaron las lecciones aprendidas de lo que sucedió en España, para así tomar el país sureño en un solo día.

Sí tú te das cuenta, la situación chilena era bastante similar a lo vivido en la Segunda República Española. Había un gobierno de izquierda elegido democráticamente, pero alérgico al estatus quo, a la iglesia y a la tradición del ejército. Era prácticamente el mismo molde de 1936.

¿Cómo combina Ibrahím las habilidades extrasensoriales y cómo lo combina a lo largo de la historia?

Alejandro Prado: Lo identifica fácil porque cada vez que el recibe información es un flash con tanto detalle, en donde prácticamente el tiempo no juega nada. Las clarividencias ocurren en fracciones de segundo pero las visiones son tan claras que no le dejan duda de lo que va a ocurrir.

El gran acertijo de Ibrahím es cuando las visiones se salen del plano familiar y pasan a ser premoniciones en una escala más colectiva. Muchas de esas premoniciones las ve en blanco y negro porque se convertirán en dramas y situaciones conflictivas.

Sin embargo, se desplegará una situación de gran luminosidad y fe en el tránsito de la novela, la cual estará representada por una de las figuras de mayor veneración espiritual en Venezuela. Se trata del doctor José Gregorio Hernández, un médico recientemente beatificado por la iglesia católica.

¿Me puede contar sí Ibrahim tiene algo de Alejandro?

Alejandro Prado: Esa pregunta me la llegan hacer muchas personas. Ibrahím sí tiene buena parte de Alejandro, pero no es la idea que vean al autor asociado con el protagonista, ya que “La trinidad del tiempo” no es una novela autobiográfica. Además, Ibrahím no se parece, ni física ni sicológicamente a Alejandro. La mayor similitud ente ambos es el tipo de trabajo que los dos hacen y el amor que tienen por la naturaleza.

Tengo el pelo lacio e Ibrahím lo tiene ondulado, Ibrahím es de origen español y soy de origen árabe entonces yo lo aparto completamente de mi manera de ser. Yo no soy muy introvertido, Ibrahím es muy introvertido. Por otro lado, convertí a Ibrahím en entomólogo porque los insectos son imágenes preponderantes en la trama de la novela. Sí lo hubiese puesto con otro oficio diferente, hubiese sido más complicado.

A parte del personaje de Ibrahím ¿Qué personaje se quedaría del libro?

Alejandro Prado: Ibrahím es un personaje atractivo, pero yo me quedaría con Ángela Lombardi, porque cuando tu vives con pasión, cuando tú vives con pensamientos disruptivos para introducir innovación, entonces siempre serás joven. Esa pasión de la vida es lo que me llama la atención de la protagonista. Es un poco loca, es incontrolable, tiene un vocabulario directo y hostil, pero muestra tanta pasión, qué uno dice: —Guao, el personaje de Ángela me gusta más.

Por último Alejandro ¿Qué nos puede contar sobre sus próximos proyectos?

Alejandro Prado: Es un proyecto que me tiene con mucha ansiedad, más bien te voy a responder con una pregunta ¿Has leído tú un libro, o has visto una película dónde el protagonista sea un árbol? Un árbol que vea y que relate todo lo que suceda cerca de él, debajo de sus ramas o incluso encima de su copa, ese va a ser el tema de mí próxima novela.

<<Para finalizar la entrevista, desde AfondaresCultura damos las gracias a «Alejandro Prado Jatar» por su tiempo y dedicación y estaremos atentos a esa publicación de su nuevo libro y esperando muy pronto su nueva novela y también estaremos atentos a sus próximos proyectos.>>

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